Los tacones se vienen usando desde hace varios siglos.  Existe un contexto histórico en el cual el diseño particular del zapato de tacón tenía un objetivo: lograr que el portante fuera más alto, se destacara y así reflejara elegancia, poder y belleza.
En la literatura encontramos que la población femenina es la que más presenta lesiones y dolor en los pies, en comparación con la masculina.

Y el 90 % de los pacientes que requieren cirugía reconstructiva por dedos en martillo o rodillas en valgo, también son mujeres.

Consecuencias

La postura

La postura es el resultado de un estado dinámico de balance entre el cuerpo y la fuerza de gravedad que lo atrae hacia el suelo.

Para determinar si una persona tiene una postura adecuada se toma como referencia una línea imaginaria que atraviesa el cuerpo de la persona por el centro de gravedad.

El centro de gravedad es el punto del cuerpo en el cual se enfoca todo el peso de éste. Cuando hay un desplazamiento del centro de gravedad, la línea también se desplaza, y por lo tanto el cuerpo adquiere una mala postura, lo cual implica sobrepresión en estructuras de soporte y desbalance corporal.

Cuando una persona utiliza tacones el centro de gravedad del cuerpo se desplaza. Se producen acomodaciones en la zona lumbar, en la pelvis e incluso en la columna cervical que protruye hacia delante como compensación.

Muestra de ello es la sensación de fatiga que sentimos cuando utilizamos zapatos de tacón. Esto se debe al incremento de la actividad de los músculos para mantener la postura. Su uso frecuente, por tanto, supone una mayor presión en los huesos, en los músculos y en las articulaciones, más gasto de energía y riesgo de lesiones.

Rodillas

Las rodillas se ponen en valgo (en forma de «X»). Lo cual se pronuncia más cuando se usan tacones tipo aguja o de altura superior a 8 cm. Este cambio en la alineación de las rodillas induce una rotación interna de las caderas y una anteversión pélvica que favorece la hiperlordosis lumbar (aumento de curvatura). Las lesiones en la articulación de la rodilla pueden degenerarse en artrosis. 

El pie

El 60 % de las fuerzas que recibe el astrágalo se dirigen hacia el talón, mientras que el 40 % restante hacia el antepié.

Con tacones, la elevación del talón aumenta la carga sobre el antepié, siendo esta carga proporcional a la altura del tacón. Por tanto, la distribución de cargas entre la parte anterior y posterior del pie, se ve modificada.

Otro efecto asociado es la compresión de los metatarsianos. En especial en el dedo pulgar, de ahí la frecuencia de los juanetes. La afectación de la articulación del dedo pulgar puede desencadenar en una artritis. Los dedos en martillo tabíen son otra deformación frecuente en personas que usan zapato de tacón, especialmente con punteras estrechas.

La posición que adopta el pie, en flexión, restringe la movilidad e incrementa la actividad muscular de los gemelos, tibial anterior y sóleo. Esto causa su acortamiento muscular y posiblemente su posterior fibrosis. Manifestado con la incomodidad para llevar calzado plano.

La marcha

Los resultados demuestran que en general se modifica:

  1. Los patrones normales al caminar
  2. La distribución de los esfuerzos en la planta del pie
  3. Las fuerzas de reacción resultantes del suelo
  4. La función de los músculos de las extremidades 

También ocurre incremento del gasto de energía y una reducción en la estabilidad, asociado con un mayor potencial de resbalones y caídas.

La articulación del tobillo tendrá más restricción en el movimiento rotacional. Así se ve reducida la capacidad de absorción de energía por el pie en la fase de contacto con el suelo.

Altura de los tacones

Se define como la distancia tomada de la parte posterior del calzado respecto a la parte más baja del pie que corresponderá al punto de apoyo del antepié.

Para su uso ocasional se recomienda que la inclinación del pie no sobrepase límites razonables. En este sentido el tacón de 2 cm es el que reparte mejor la presión ejercida entre el retropié y el antepié equitativamente, y que hasta los 4 cm la repartición de presiones es aceptable.

Lesiones asociadas más frecuentes

  • Metatarsalgias
  • metatarsalgias

    Hallux rigidus y hallux abductus valgus

  • Deformaciones digitales: dedos en garra, las clinodactilias y el antepié triangular
  • Lesiones en los dedos o en las uñas : helomas e hiperqueratosis localizadas preferentemente en la zona metatarsal y digital 
  • Esguinces en inversión 
  • Tibial anterior: estiramiento constante del músculo al mantener el pie en posición de plantarflexión, pudiendo provocar una elongación de este. También se produce una aproximación constante de las fibras de los músculos del tríceps sural debido a la elevación del talón lo cual puede conducir a un acortamiento de la musculatura de la cadena posterior por falta de estiramiento. 
  • Rodilla: artrosis del cartílago y los meniscos.

Recomendaciones

  1. Los tacones que tienen una altura cercana a la suela, en la parte frontal del zapato, no causan la desalineación del tobillo, porque no ocurre desbalance horizontal del pie.
  2. Las plataformas y los tacones en cuña son los más estables al tener mayor área de contacto con el suelo. A pesar de ello, no son tan flexibles y reducen la movilidad del pie.
  3. El zapato tipo stiletto tiene un tacón estrecho tipo aguja, de altura aproximada de 7 cm. Por estas características no otorga un área de contacto considerable, no da estabilidad y por lo tanto es común que desalinee el tobillo, incrementándose la probabilidad de que el usuario sufra de un esguince.
  4. Los tacones estilo Luis XV que son de forma rectangular y altura media dan buena estabilidad.
  5. Las botas tienen como ventaja que la zona del tobillo puede estar cubierta, lo que le da mayor estabilidad a un zapato de tacón.

El uso frecuente de zapatos de tacón genera respuestas fisiológicas negativas para la salud de las personas. Entre las personas jóvenes es considerado más preocupante. Esto es así porque en la adolescencia, el sistema musculo-esquelético está en desarrollo. La adopción de una mala postura y los cambios fisiológicos asociados al uso frecuente de zapatos de tacón implicará una repercusión negativa en el desarrollo motor y posible deformaciones permanentes en el cuerpo de las jóvenes.

Ana González

Fisioterapeuta
982873799