
El Alzheimer es considerado según la Organización Mundial de la Salud como uno de los problemas de salud pública más relevantes en la actualidad. Debido a la repercusión e impacto que dicha enfermedad tiene en la persona afectada, su familia, el sistema sanitario y la propia sociedad.
La Confederación Española de Alzheimer estima que en España existen más de 1,2 millones de personas afectadas. Cifras a las cuales refieren que se les debe añadir todos aquellos casos que a día de hoy todavía están sin diagnóstico.
Por ello, es importante aclarar mitos y verdades en relación a esta enfermedad. Ya que un mayor conocimiento de la misma, permite una mejor aceptación, abordaje y afrontamiento. Al permitir que la persona y su familia entiendan que está pasando. Y que deben hacer para ser parte activa en el tratamiento.
Mitos y realidades sobre el Alzheimer
El Alzheimer todavía sigue siendo una de las patologías con mayor desconocimiento para la población en general. Y es que a día de hoy, existen una gran cantidad de creencias falsas, o no del todo ciertas, instauradas en relación al Alzheimer. Por ello, hoy me gustaría aclarar algunas de ellas.
1. El Alzheimer es algo normal con la edad
En la actualidad, es común presuponer que la demencia es una consecuencia directa de la vejez, cuando esto no es así. Ya que un cerebro sano envejece de la misma forma que lo hace el resto del organismo. Por ello se debe tener claro que el Alzheimer no es una enfermedad que se produzca como consecuencia de la edad. Sino una patología degenerativa provocada por una afectación neurológica de causa todavía desconocida. Y como tal, se le debe dar importancia, conocimiento y difusión.
Por ello, cuando comience a notar que algo va mal el primer es paso a seguir es acudir al médico de cabecera. Ya que la detección precoz es primordial en este tipo de enfermedad.
2. El Alzheimer es un tipo de demencia
Esta es una de las verdades que muy poca gente conoce. Y es que generalmente se cree que la demencia es una enfermedad. Cuando esta realmente solo es un concepto general. El cuál se emplea para describir una pérdida de funciones y capacidades neuropsicológicas, motoras y a la larga funcionales, que toda persona necesita para realizar con éxito el día a día. De esta forma, la demencia es un conjunto de signos y síntomas clínicos que se producen como consecuencia de una lesión cerebral. Siendo el Alzheimer el tipo de demencia más común, pero no la única.
3. En la enfermedad de Alzheimer poco se puede hacer
Este es uno de los mitos más instaurados en la sociedad y sobre todo en el ámbito sanitario. Ya que es común escuchar a alguna persona e incluso algún profesional sanitario este tipo de comentario. A la vez que se ve reflejado en muchas ocasiones en la forma de seguimiento de este tipo de pacientes. Los cuales por norma general únicamente reciben un diagnóstico y tratamiento farmacológico. Lo que provoca en muchos afectados y familiares:
- Desesperación.
- Miedo.
- Inseguridad.
- Depresión.
- Ansiedad.
- Alteraciones del sueño.
- Aislamiento social.
- Etc.
Y es que las demencias, y en concreto la demencia tipo Alzheimer, todavía supone un reto para nuestro sociedad. Ya que es necesario un cambio de visión que permita comprender que una persona con Alzheimer si puede hacer cosas. Pero siempre y cuando nos adaptemos a las limitaciones y a las capacidades que la persona presenta. En caso contrario no.
Y es que esto se va claro con niños, pero no con adultos con una discapacidad. Y es que si a un niño de 5 años se le pide que realice la tarea de uno de 10, éste no lo va a poder hacer.
Por ello, busca ayuda profesional y no te creas eso de que «ya no hay nada que pueda hacer».
4. Si mi padre/madre sufre Alzheimer yo lo sufriré
A pesar de que es más frecuente que una persona presente la enfermedad si dos familiares de primer orden la han padecido. Esto no quiere decir que exista evidencia científica de que esto vaya a ocurrir. Ya que la demencia tipo Alzheimer no es una enfermedad de tipo hereditaria.
5. Las personas con Alzheimer necesitan ayuda las 24 horas del día
Esta afirmación no es del todo cierta, ya que en fases iniciales de la enfermedad la persona afectada por Alzheimer necesitará supervisión y/o ayuda en momentos puntuales durante la realización de alguna actividad de la vida diaria. No obstante, esto no quiere decir que necesite una supervisión o ayuda las 24 horas.
Sin embargo a medida que la enfermedad avance y el nivel de dependencia y discapacidad aumente. Si que se va a necesitar un aumento de la supervisión, hasta ser necesaria las 24 horas del día.