
Con el ritmo de vida actual y diversas causas asociadas a la edad es importante ofrecer consejos para el cuidado del pie en nuestros mayores.
¿Os imagináis la cantidad de pasos y peso que nuestros pies tienen que soportar a lo largo de nuestra vida? Se calcula que pasamos alrededor de 16 años de nuestra vida caminando, imaginaros la distancia, ¡podríamos dar varias vueltas al mundo! Con el peso ocurre lo mismo ya que con cada paso, nuestros pies están soportando el doble de nuestro tiempo, imaginaros las toneladas de peso que han soportado a lo largo de nuestra vida.
¿Creéis que le damos la suficiente importancia a la salud de nuestros pies? La respuesta es no. Por esto, hoy quiero recordar la importancia de revisar nuestros pies, especialmente los de nuestros mayores ya que con la edad se van degenerando capacidades, como por ejemplo la sensitiva, que nos dificulta la tarea de poder identificar problemas que podamos estar sufriendo en este caso en nuestros pies.
Principales problemas que se suelen presentar
Existe una gran variedad de problemas que se pueden dar en estas edades, pero vamos a hablar un poco de los más comunes y los que nos encontramos en nuestro día a día en la clínica.
Problemas vasculares
Aunque es un problema que a menudo afecta cada vez en edades más tempranas, sin duda los problemas vasculares van a ser una de las principales patologías que nos vamos a encontrar y que va a padecer la gran mayoría de nuestros pacientes. El déficit de aporte sanguíneo en nuestros miembros inferiores va a provocar tales consecuencias como pueden ser: dificultad para curar heridas, cambios en nuestra piel, cambios y engrosamiento en nuestras uñas…
Pérdida de tejido adiposo
Otra de los grandes problemas que nos encontramos es la pérdida de tejido adiposo o grasa plantar, este tejido es el encargado de amortiguar los impactos del pie y con los años, se va deteriorando, exponiendo los huesos de nuestro pie y que estos tengan un contacto más directo con el suelo. Eso va a provocar mayor sensibilidad y que la persona modifique su manera de caminar para que el contacto no le moleste y cause tanto dolor.
Patologías óseas
Las patologías óseas, como puede ser la artrosis, va a afectar a las articulaciones del pie. Nuestro pie consta de 28 huesos unidos por 33 articulaciones. Por ello, este tipo de patologías van a tener un gran efecto negativo en nuestra biomecánica.
Problemas mecánicos y de movilidad general
Problemas mecánicos y de movilidad general, es muy común que a estas edades nos resulte una odisea llegarnos nuestros pies. Cortarse las uñas va a ser tarea imposible y mucho más revisar nuestra planta del pie. Es muy común encontrarnos en clínica personas con objetos clavados y que por estos motivos, junto a la pérdida de sensibilidad de la que hablaremos más adelante, estos problemas se compliquen en grandes infecciones que se podrían haber evitado con revisiones periódicas.
Enfermedades metabólicas
Enfermedades como la diabetes, estos pacientes requieren un seguimiento y revisión por profesionales sanitarios, especialmente en los pies. La diabetes va a tener graves consecuencias en los pies, déficit de aporte sanguíneo y pérdida de sensibilidad. Esto va a aumentar la probabilidad de sufrir úlceras o mayores complicaciones. Por ello, es importante realizar un seguimiento de la afectación a nivel del miembro inferior para poder prevenir ciertas complicaciones.
Consejos y cuidados
Los consejos y cuidados van a estar encaminados a mantener una buena salud en los pies, así cómo de ayudar a nuestros mayores en la medida en la que podamos. Muchas de ellas, son tareas muy sencillas que sólo nos llevan 1 minuto realizarlas pero que a veces, no nos damos cuenta de su importancia y las pasamos por alto.
Cuidados podológicos
Quiropodias
Es muy importante acudir al podólogo de forma regular para que realice un seguimiento adecuado del estado de nuestros pies y el correcto cuidado de éstes. Una quiropodia no consiste simplemente en cortar las uñas, nuestro podológo podrá observar el estado general de nuestros pies, examinando piel, sensibilidad, pulsos y demás datos necesarios para realizar el seguimiento y evolución de nuestros pies en siguientes sesiones.
Muchas veces es complicado realizar por nosotros mismos la simple tarea de cortar las uñas, o bien porque es complicado o imposible llegar a los pies, o porque las uñas están muy engrosadas y tratando de cortarlas con dificultad es muy probable que nos hagamos daño e incluso que queden mal cortadas y que se nos claven (causando una infección).
A nivel dermatológico también es importante ya que el podólogo va a poder observar si existe algún tipo de problema y si es así tratarlo. Una simple callosidad puede complicarse llegando a infectarse o incluso en casos extremos a ulcerarse. Muchas veces por desconocimiento, la gente recurre a los callicidas, causando graves quemaduras en sus pies ya que son ácidos muy fuertes. Está totalmente contraindicado el uso de estos callicidas, ya que no nos van a solucionar el problema y a mayores, nos producirán quemaduras de segundo grado alrededor de la callosidad, es decir, en la piel sana que se pueden complicar.
Estudio biomecánico
Un estudio biomecánico nos va a ayudar a identificar la marcha de nuestro paciente y ayudarlo a caminar mejor con ayuda de plantillas personalizadas. El tratamiento a través de la adaptación de plantillas personalizadas es un tratamiento apto para cualquier edad, muchas veces lo asociamos sólo con deportistas, pero no es así. En el caso del cuidado del pie de nuestros mayores nos va a permitir mejorar su marcha y como también en una gran mayoría de los casos, nos ayudará a aliviar la sintomatología de otras zonas (rodillas, cadera o espalda).
Es importante tener claro que una plantilla tiene que estar prescrita por personal sanitario (podólogo, médico o traumatólogo), cualquier otro profesional no va a estar capacitado para ello. Para poder prescribir una tratamiento ortopodológico (es decir plantillas) se debe realizar un estudio previo de la pisada para poder identificar y tratar correctamente el problema.
A través de este estudio biomecánico o informatizado de la marcha podremos tratar de forma adecuada, mejorando la calidad de vida de nuestros mayores, así como su salud general y autonomía en muchos casos.
Cirugía
La cirugía es la última opción de tratamiento, cuando el tratamiento conservador ya no nos ofrece resultados o no es posible.
La cirugía podológica se realizaría en el caso de grandes deformidades (dedos en garra, juanetes, etc..). También en aquellos casos de exóstosis óseas o uñas encarnadas que de forma recurrente están causando infecciones y dolor, dónde la cirugía sería más sencilla y una solución definitiva.
Recomendaciones en casa
Revisión
Las personas encargadas de los cuidados de nuestros mayores deben revisar periódicamente los pies, prestando especial atención a la zona plantar, a los dedos y entre ellos.
Secado
Es muy importante secar bien los pies especialmente entre los dedos para evitar infecciones y heridas.
Hidratación
Una buena manera de mantener y ayudar a que nuestros pies tengan una buena condición es realizar una hidratación continua, lo mejor es hidratar nuestros pies a la noche y hacerlo con una crema específica. Esto nos va a permitir que la piel tenga una buena elasticidad, evitando grietas y sequedad que puedan terminar en heridas.
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