
Actualmente, una parte de la población está en cuarentena debido al COVID-19. Es una situación sin precedentes, que hace unos meses nadie se esperaría, y muy distinta a cualquier cosa que hayamos vivido antes. Por tanto, lo lógico es estar preocupados y estresados por todo lo que está ocurriendo. Podríamos decir que el motivo más obvio de preocupación para todos en estos momentos es la salud, tanto la nuestra como la de las personas que queremos.
Pero además hay muchísimas cosas más que juegan un papel en nuestra preocupación: el futuro económico o laboral, la realización de planes futuros, qué ocurrirá con todo esto en los próximos meses, etc. Y además, estamos en cuarentena, es decir, encerrados en nuestra propia casa. Esto puede hacer que en ocasiones perdamos la noción del tiempo, los días se hagan más largos o todos iguales, pasemos mucho tiempo con la familia/pareja/compañeros de piso que están tan estresados como nosotros…Por ello, es útil comentar algunas de las recomendaciones para cuidarnos mentalmente en esta cuarentena y pasar por ella “lo mejor posible”:
Informarnos solo en fuentes fiables.
Con la cantidad de tiempo que pasamos en casa durante la cuarentena, es muy tentador caer en buscar “cuanta más información mejor”. Sin embargo no siempre es buena idea, ya que no por leer más información estamos más prevenidos. De hecho, podemos caer en la sobreinformación, lo cual genera un gran estrés, y podemos ser víctimas de bulos o informaciones no contrastadas que aumentan nuestro nivel de estrés y entorpecen nuestra prevención.
Mantener nuestras relaciones sociales habituales
Durante la cuarentena nuestras relaciones se reducen al máximo. Si vivimos con alguien, posiblemente son las únicas personas con las que estamos teniendo contacto, y si vivimos solos, puede ser que las únicas interacciones cara a cara que tengamos es cuando bajamos a la tienda o a la farmacia. Por suerte, en la época en la que vivimos la tecnología lo hace todo más fácil. Actualmente las redes sociales y otras apps ponen al alcance de casi todos las llamadas, video llamadas… Es muy importante intentar mantener nuestro contacto con otras personas, ya que es posible que ante el estrés de la cuarentena, así como las preocupaciones que tenemos con la situación, no nos apetezca hablar con nadie. Y si bien no es raro sentirse así, lo cierto es que aislarse hace que el malestar que sentimos aumente.
Organizar el día a día
Mantener una rutina nos puede ser difícil en ocasiones ya en condiciones normales, pero la dificultad se multiplica en esta situación tan excepcional, ya que (salvo que seamos profesionales que mantienen su trabajo habitual), posiblemente estamos en una de estas dos opciones:
- que estemos realizando nuestra actividad (trabajo o estudios) desde casa y sin salir de ella
- que debido a la situación actual nos hayamos quedado sin trabajo temporalmente.
En cualquiera de los casos, nos encontramos ante una situación complicada ya que los seres humanos somos sociales por naturaleza, por lo que no estamos acostumbrados a no salir de casa, y en muchas ocasiones organizamos nuestro día en torno a eso. Por eso es importante, a pesar de no tener estas actividades “externas”, intentar mantener una rutina en nuestros días ya puede ayudarnos a sobrellevar el estrés que provoca el confinamiento. Nuestro día a día debería incluir:
Tiempo para nuestra actividad profesional y/o académica.
Si tenemos un horario laboral (por ejemplo estamos teletrabajando atendiendo a clientes desde nuestra casa por videoconferencia), intentar cumplirlo de la misma forma que lo haríamos presencialmente. En caso de no tener horario predefinido, intentar mantener una rutina estable: por ejemplo, marcar las horas que vamos a dedicar a estudiar o trabajar al día y dónde las ubicaremos. Si no, corremos el riesgo de multiplicar nuestra jornada laboral (dedicándole por ejemplo mañana y tarde cuando nuestro horario habitual es de 8 a 3), lo cual puede incrementar también nuestro nivel de estrés y nuestra sensación de cansancio.
Tiempo para las comidas, que no se ha de compartir con estudiar y/o trabajar.
Dedicarle el tiempo suficiente para poder tener una alimentación lo más saludable y variada posible; por ejemplo no caer en comer algo precocinado para poder seguir trabajando.
Tiempo para hacer ejercicio físico.
Lo ideal es hacer algo de ejercicio a diario, por lo que si ya lo hacíamos, lo ideal sería adaptar nuestras rutinas a la cuarentena. Una buena opción son las videoclases; podéis buscar recursos online (por ejemplo en nuestro canal de youtube). Si no lo hacíais, es un buen momento para empezar a establecer esa rutina. No se trata de hacer ejercicios muy complicados, si no de tener ese tiempo de actividad física para desconectar la mente; el ejercicio físico suele ayudar a reducir el estrés y nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos.
Tiempo dedicado a las relaciones personales.
Tal y como comentábamos antes, mantener nuestra faceta social habitual es un buen aliado para disminuir el malestar asociado al confinamiento; añadir un tiempo en nuestro día a día para pasar un rato con las personas que vivimos (sea nuestra pareja, nuestros compañeros de piso, nuestra familia…), así como pasar tiempo virtualmente hablando por whatsapp o haciendo videollamadas o hablando por teléfono con la gente que queremos es importante para tener una cuarentena lo mejor posible.
Tiempo dedicado al ocio.
Es muy importante siempre que en nuestra rutina diaria dediquemos un tiempo a nuestros hobbies. Pasar tiempo haciendo actividades que nos gustan nos ayuda a sentirnos mejor y a que el tiempo encerrados se pase mejor. El cine, los videojuegos, las redes sociales,… cualquiera que sean las actividades a las que dedicamos nuestro tiempo libre, es importante seguir haciéndolo. Si nuestros hobbies son realizados en exteriores (por ejemplo el caso del ejercicio físico), podemos intentar buscar versiones alternativas que podamos hacer en casa.
Tiempo de descanso.
En situaciones como esta, algunas personas tienden a “sobreocuparse” para no pensar en la situación y al final duermen menos que habitualmente. Y el sueño es una de las cosas que más afecta a nuestro bienestar. Por eso, mantener unos correctos hábitos de sueño, es imprescindible para encontrarnos lo mejor posible.
Pero recuerda también que…
Por último, comentar que si bien es importante organizarse, esto debe ser algo flexible y no algo rígido. Durante la cuarentena, es posible que tengamos días malos; puede ser que estemos preocupados por el virus o por el futuro laboral, puede ser que nos genere ansiedad estar encerrados, o que echemos de menos a nuestros seres queridos a los que hace tiempo que no vemos. Todas estas preocupaciones pueden hacer que nos sintamos tristes o ansiosos. Por eso también es importante recordar que en esta situación no hay que exigirse ser especialmente productivo todos los días. Si hay días que no nos apetece hacer nada, que necesitamos simplemente descansar, si no hacemos la misma cantidad de cosas que otras personas… tampoco pasa nada y no tenemos que sentirnos mal por ello.
Al final, la cuarentena y con ello estar encerrados nos puede afectar psicológicamente, y al igual que estamos cuidando nuestra salud física no saliendo de casa (o saliendo bajo las indicaciones para cada caso), también es muy importante cuidar nuestra salud mental.