El dolor de espalda es uno de los motivos más frecuentes de consulta en fisioterapia. En la población adulta española de hecho es una de las principales causas de incapacidad temporal en el trabajo, lo que supone un alto coste para las empresas. De hecho se estima que el dolor de espalda supone una pérdida de 21.9 días laborales por trabajador al año en la población activa suponiendo un coste que podría superar los 3 millones de euros al año.
Causas del dolor de espalda
Antes de nada resulta conveniente diferenciar dos conceptos:
- Inactividad física: hace referencial al gasto energético que supone la actividad desarrollada, en este caso bajo
- Discapacidad física: limitación de la actividad habitual en algún grado
El dolor de espalda crónico en nuestra población se relación con un patrón de actividad física bajo o moderado, aunque hay que tener en cuenta que muchas personas que sufren dolor de espalda de manera habitual presentan un patrón de evitación por temor. Es decir, dejan de realizar muchas actividades por miedo a que sean contraproducentes y empeoren su cuadro de dolor.
Hasta ahora se consideraba que el dolor de espalda estaba relacionado tan solo con un estilo de vida sedentario. Pero ahora se sabe que no solo el estilo de vida es importante, sino también la intensidad de la actividad física: un patrón de actividad física vigorosa suele estar relacionado con personas sanas y que además presentan un estilo de vida saludable.
Todo apunta a que el dolor de espalda supone un importante grado de discapacidad, lo que repercute de manera negativa a la hora de desarrollar muchas de las actividades diarias, sobre todo aquellas de intensidad vigorosa.
Factores de riesgo para sufrir dolor de espalda
Aunque cualquier persona puede sufrir dolor de espalda, existen algunos factores que pueden predisponernos, como por ejemplo:
- Edad. A medida que cumplimos años es más probable que padezcamos dolor debido a múltiples motivos. Sin embargo es importante recalcar que desgaste no es igual a dolor. Nuestros tejidos se van desgastando por un proceso normal de envejecimiento. Pero para que exista dolor tienen que darse un cúmulo de circunstancias. No solo el envejecimiento es motivo directo de aparición de dolor.
- Sobrepeso. El exceso de peso corporal va a representar una carga extra para nuestros tejidos que también puede desembocar en dolor de espalda.
- Patologías: artritis, escoliosis, latigazo cervical…
- Trastornos psicológicos. Un factor que no suele tenerse en cuenta es nuestra salud mental. Pero estados como la depresión, la ansiedad o simplemente las ideas que tengamos acerca de nuestro dolor o patología van a influir mucho en el riesgo de sufrir dolor de espalda, su intensidad y resolución.
- Tabaco. Está comprobado que las personas que fuman tienen mayores probabilidades de sufrir dolor de espalda. Una de las consecuencias que conlleva el tabaquismo, por ejemplo, es reducir el flujo de sangre hacia los tejidos de la columna vertebral y aumentar el riesgo de osteoporosis.
Prevención del dolor de espalda
La principal medida para evitar el dolor de espalda radica por tanto no solo en mantener un estilo de vida saludable, sino en desarrollar una actividad vigorosa para así prevenir o abordar estas patología.
Realizar ejercicio físico constituye una de las principales fuentes de actividad física vigorosa cotidiana y se asocia a una menor prevalencia de dolor de espalda, previniendo también su aparición. Por tanto, el ejercicio físico debería de constituir una de las medidas principales desde atención primaria para el tratamiento y prevención de este problema.
¿Qué cantidad de actividad física realizar?
Esto va a depender de muchos factores y no solo de la salud que presente la persona. Otros elementos que condicionan la cantidad de actividad física que realiza una persona pueden ser:
- Salud mental
- Ocupación laboral
- Horario laboral
- Conciliación familiar
- Nivel económico
Como hemos comentado, a la hora de sufrir dolor de espalda influyen otros factores, eliminarlos también puede ayudarnos a prevenirlo o tratar el cuadro. Como son:
- Dejar el tabaco
- Cuidar nuestra salud mental
- Llevar un control adecuado de determinadas enfermedades, si las tenemos
- Mantener un peso corporal adecuado
Cuándo acudir al fisioterapeuta
Si tienes dolor de espalda siempre es buen momento para acudir a tu fisioterapeuta. Con una buena historia clínica y una exploración adecuada podréis llegar a la causa que en tu caso está provocando ese problema. Como hemos visto pueden ser un montón de variables distintas las que influyan en cada caso particular.
Para mi esa es la clave, atajar todos aquellos factores que puedan estar contribuyendo. Solo a partir de ahí se podrá elaborar un plan de tratamiento que englobe todos los puntos necesarios. No se trata solo de realizar técnicas en consulta, sino de replantearse el día a día con medidas que nos ayuden a mejorar el cuadro.
Es cierto que un dolor de vez en cuando puede ser “normal” y que no tenga mayor importancia. Pero cuando es de una intensidad importante, limita tu día a día o se repita con frecuencia, no esperes a que los síntomas empeoren. Intenta buscarle solución cuanto antes con ayuda de fisioterapia.
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