Hoy en día existen muchos centros que dicen impartir clases de Pilates con diferentes fines. A pesar de esto, siempre que se practique Pilates se deberían de seguir una serie de principios básicos. En este post os contamos cuáles son y qué hacemos en reactive.
Concentración
El alumno o alumna tiene que ser consciente en todo momento de lo que está sucediendo en su cuerpo. Por eso en nuestras clases nunca utilizamos soporte musical o cualquier otro elemento que pueda distraer del ejercicio.
Control
Para nosotros es importantísimo que se domine la corrección postural en todo momento. De esta manera, ganaremos en conciencia corporal, se cometerán los menores errores posibles en la ejecución del ejercicio y, con ello, evitaremos posibles lesiones.
En este sentido, en reactive no damos tanta importancia a la cantidad del movimiento, como a su calidad. Es decir, no nos sirve de nada que al hacer un abdominal (crunch) levantes tu tronco hasta las rodillas, si no mantienes una postura correcta y si no estás activando los músculos que nos interesa. ¿No te ha pasado alguna vez que después de hacer muchos abdominales te duele el cuello? Eso es porque como no tienes fuerza suficiente en tu abdomen, estás activando otros músculos para “ayudarle”, como los flexores de cuello.
Para ello siempre enseñamos previamente una serie de correcciones posturales de forma individual. Así, nos aseguramos que antes de entrar en uno de nuestros grupos, todos los alumnos tienen claro estos principios básicos.
1. Pelvis
Pilates describe dos posiciones básicas:
- Pelvis neutra: Crestas ilíacas y sínfisis púbica están en el mismo plano, paralelo al suelo. La columna preserva sus curvaturas naturales y permite a los abdominales contraerse correctamente.
- Retroversión (imprint). Las crestas ilíacas se encuentran por debajo de la sínfisis púbica. La curvatura lumbar “se borra”. Es una postura difícil de interiorizar al principio, pero con el tiempo también se gana conciencia corporal y se corrigen estas posiciones inconscientemente.
2. Posición de las escápulas
Las escápulas (o paletillas) se mueven en muchos sentidos. Pero, generalmente, por nuestra tendencia a estar encorvados, abusamos excesivamente del movimiento de separación. Como consecuencia, la musculatura encargada de acercarlas y estabilizarlas a la caja torácica se debilita. De ahí la importancia de estabilizar bien las escápulas activando la musculatura que se encarga de acercarlas a la línea media.
3. Columna cervical
La columna cervical tiene una curvatura normal, la lordosis. Cuando estamos sentado puede ser más o menos fácil mantener esta postura (neutra). Pero en el momento en el que nos ponemos boca arriba puede ser más complicado. Por ejemplo, una persona que presente hipercifosis (chepa), cuando se coloque boca arriba su cabeza puede tenderá a extenderse (irse hacia atrás) perdiendo esa neutralidad.
Por eso es importante tener un número de alumnos limitado por clase que te permita hacer las correcciones posturales oportunas en función de cada situación individual.
Para ayudar a mantener la neutralidad, sobre todo en ejercicios que nos requieran extensión de la columna sin doblar el cuello, utilizamos el concepto de “flexión craneocervical”. Viene a ser algo así como meter el mentón hacia dentro intentando “crecer” o sacar papada. Con esto se propicia el mecanismo de autoenderezamiento reflejoy liberar la presión que sufren los discos intervertebrales.
Respiración
Respirar correctamente hace que nuestros órganos estén bien oxigenados. Si durante la práctica de ejercicio si es adecuada, relaja algunos músculos que necesitan disminuir su tensión para no provocar patrones biomecánicos incorrectos.
Una respiración demasiado superficial o demasiado profunda provocará un excesivo esfuerzo de la musculatura respiratoria accesoria o que, por el contrario, relajemos tanto la musculatura abdominal que desconectemos nuestro centro durante la realización de los ejercicios.
El tipo de respiración que se utiliza en Pilates es la que permite una mejor ejecución de los ejercicios, una mejor oxigenación de los sistemas y una buena conexión de las distintas cadenas musculares que determinan la biomecánica corporal. Esto no implique existan otro tipos de patrones respiratorios completamente válidos en otras disciplinas y deportes.
Durante la inspiración debemos coger aire con las costillas inferiores utilizando nuestro diafragma, principal músculo inspirador. Durante la espiración debemos realizar una correcta activación del transverso del abdomen y del suelo pélvico. Al mismo tiempo, nuestras costillas se cierran hacia abajo y hacia dentro, tendiendo a aproximarse a la pelvis.
¿Qué es eso de activar el transverso del abdomen?
El transverso del abdomen es un músculo muy profundo de la pared abdominal. Para que te hagas una idea, está por debajo del recto abdominal o “tableta de chocolate”. A este músculo se le ha atribuido un papel muy importante a la hora de estabilizar la columna ya que funciona como una faja que traemos “de serie”.
Estas serían las pautas más básicas a la hora de realizar clases de Pilates. Entendemos que en muchos centros, por cómo están planificadas sus clases, sea complicado controlar todos estos aspectos, especialmente si el número de alumnos y alumnas por clase es muy grande. Pero el Método Pilates sigue estos principios con una justificación biomecánica y anatómica. Por tanto, no sería correcto, ni tendría lógica, llamar clases de Pilates a algo que no se ajusta a lo que realmente es.
Si estáis interesados o interesadas en saber un poco más sobre cómo trabajamos en reactive no lo dudes, llámanos al 982873799 explícanos tu caso.