Qué es la fascitis plantar
La fascia plantar es un tejido que se extiende desde el talón hasta los dedos. Su función es la de ayuda a mantener la estructura del pie y soportar el peso del cuerpo.
Este tejido tiene un papel esencial a la hora de trasmitir fuerzas desde la parte posterior de la pierna (gemelos y sóleo) hacia los dedos. Su viscoelasticidad permite soportar una gran cantidad de energía en cada paso o salto.
Durante la marcha está sometida a tracciones y traumatismos repetidos que la colocan de forma brusca en tensión. Esta tensión de forma repetida, junto a otros factores, hace que en determinadas situaciones la fascia se inflame y de sintomatología dolorosa. Es decir, fascitis plantar.
La palabra fascitis sugiere la inflamación de la fascia plantar pero diversas investigaciones han demostrado que no siempre hay inflamación. En pacientes con fascitis plantar se han observado pequeñas microrroturas localizadas a nivel de la fascia derivadas de traumatismos de repetición, lo cual produce la degeneración progresiva del colágeno ocasionando tendinosis, degeneración de la fascia y necrosis, pero no necesariamente inflamación.
Causa
La fascitis plantar es una patología que no se puede enmarcar dentro de una actividad física concreta como ocurre con otras patologías del pie; sino que su campo de acción se extiende a toda actividad en la que sea necesario realizar una fase de apoyo e impulso con el pie.
- Factores anatómicos: pie cóncavo, pie plano, dismetrías de los miembros inferiores.
- Factores funcionales: debilidad del sóleo, del tendón de Aquiles o de los músculos intrínsecos de los pies.
- Otros factores: exceso de uso (típico en atletas), obesidad, edad avanzada (a la que se unen varios factores como puede ser el peso, la pérdida de fuerza de la musculatura intrínseca del pie y la disminución de la capacidad de regeneración). Inicio de actividades deportivas fuertes sin un acondicionamiento progresivo. Calzado inapropiado
¿Y el espolón calcáneo?
El espolón se forma en la base del calcáneo a causa de una presión excesiva sobre el hueso. El tejido óseo se inflama de manera crónica y se produce una formación anómala que suele tener forma de gancho.
En la fascitis plantar Los espolones pueden estar o no presentes, y pueden o no ser la causa primaria en el dolor de talón. En estudios de pacientes con fascitis plantar se ha publicado que del 10 al 70 % presenta un espolón calcáneo asociado; sin embargo, la mayoría presenta también un espolón en el pie asintomático contralateral.
Por tanto, en principio, el hecho de presentar un espolón no es indicativo de una patología, ya que la mayoría de los espolones no son dolorosos y se descubren accidentalmente en una radiografía.
Sintomatología
En cuanto a su presentación clínica, la fascitis plantar se característica por dolor en la planta del pie, concretamente a nivel del talón.
Dicho dolor es más intenso en los primeros pasos de la mañana, después de un periodo de inactividad física, ante una bipedestación prolongada o con actividades que requieran cargar peso.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza a través de la historia clínica y la exploración física. Con estos dos aspectos sería suficiente para poder diagnosticar la lesión, sin embargo podemos utilizar algunas herramientas complementarias para descartar otras patologías:
- Radiología simple : habitualmente es insignificante en el diagnóstico de la fascitis plantar porque esta sólo servirá en casos evolucionados.
- Ecografía: a través de la medición del grosor de la fascia plantar. Se considera como diagnóstico positivo un grosor mayor de 4.0 mm. Además, la disminución de este grosor está correlacionada con la disminución del dolor, por lo que esta herramienta puede servir para monitorizar el progreso del tratamiento.
- Resonancia Magnética Nuclear diferenciar algunas lesiones en los tejidos blandos y evaluar las causas del dolor del talón.
- Otras: Gammagrafía ósea (la cual permite observar con mayor densidad el punto afectado del talón) o la Electromiografía (para pacientes con causa neurológica).
Recomendaciones y tratamiento
Lo más importante en la fascitis plantar es buscar la causa. No sirve de nada que tratemos la inflamación en sí, si la causa que la está provocando no se soluciona.
Las causas más frecuentes están en la forma de pisar y/o a la forma del pie. Resulta entonces esencial estudiar cómo se está comportando nuestro cuerpo (tanto en estático como durante la marcha). Esto puede estudiarse a través de estudios biomecánicos de marcha y exploraciones de la postura.
- Si el problema del paciente tiene que ver con su forma de pisar, es necesario elaborar unas plantillas personalizadas para quitar tensión a la fascia. De esta manera, una vez que la fase aguda esté solucionada, podremos reiniciar la actividad previniendo nuevas recaídas.
Los ÚNICOS capacitados para elaborar plantillas y realizar estudios de la marcha son los podólogos. Ellos son los únicos profesionales cualificados técnica y legalmente para emitir un diagnóstico y prescribir unas plantillas. Cualquier otro estudio que puedan hacer en tiendas de deporte u ortopedias lejos de mejorar nuestra patología, puede agravarla. Por tanto, nuestro consejo es que busques siempre a profesionales titulados.
- Frío: efecto analgésico, disminuyendo la sensibilidad y la percepción del dolor, pudiendo llegar a un efecto anestésico.
- Vendaje funcional: limita a la articulación en un movimiento específico, permitiendo los demás movimientos de la zona afectada. Ayudará a nuestra fascitis plantar a mejorar poco a poco, combinándolo con las demás técnicas de tratamiento.
- Estiramientos de la fascia plantar.
Os recordamos que en reactive contamos con el servicio de podología. Noemi os puede ayudar con vuestra latosa fascitis plantar mediante la exploración biomecánica. Y desde el servicio de fisioterapia podemos realizar el vendaje funcional más adecuado, enseñaros ejercicios así como tratar directamente la propia inflamación. Pídenos información.