Muchos pacientes nos preguntan:
- ¿Qué me pongo frío o calor?
Es cierto que ambos son analgésicos, pero a través de efectos diferentes. Por eso cada uno de ellos se utiliza también en situaciones distintas.
El frío
Sus efectos son:
- Vasoconstricción: disminuye el calibre de los vasos sanguíneos
- La actividad metabólica se vuelve más lenta, favoreciendo la regeneración de los tejidos
- Antiinflamatorio: la vasoconstricción hace que lleguen menos sustancias inflamatorias e irritantes, haciendo que disminuya el dolor y la inflamación
- Disminuye el dolor: la conducción nerviosa se vuelve más lenta. Además, la información del frío llega antes que la del dolor al cerebro y hace que “se olvide” de esa sensació.
Pese a lo que suele creerse, el frío no disminuye por si solo el edema del traumatismo. Sino que éste disminuye gracias a una ligera compresión. Pero cuando se unen los dos efectos (frió + compresión) el edema se reabsorbe más rápidamente.
Cuándo utilizar el frío
Hemos de recurrir al frío ante traumatismos agudos (contusiones, esguinces…). O ante procesos que cursen con inflamación (los terminados en -itis: bursitis, tendinitis, fascitis…). Es decir, procesos recientes que cursan con dolor, inflamación, edema y enrojecimiento.
Es especialmente útil cuando se usa dentro del protocolo R.I.C.E (reposo, ice, compresión y elevación) en las primeras horas de la lesión.
Cómo utilizarlo
La aplicación la realizaremos:
-durante 10-12 minutos
-cada 2-3 horas
-las primeras 48-72 horas después del incidente.
Si dejásemos mucho tiempo el hielo sobre una zona la circulación se hará más lenta y al quitar el frío, el cuerpo enviará de forma masiva sangre a esa zona para recuperar la temperatura normal ocasionando un efecto rebote en cuanto al dolor y la inflamación.
Para utilizar el frío como antiinflamatorio puedes utilizar:
- Bolsas de hielo
- Baño de hielo/piscina de hidromasaje
- Botella de agua congelada
- Bolsa de guisantes congelados
Contraindicaciones
- Si el área donde aplica el hielo está adormecida
- Si tiene enfermedad vascular (vasculitis, coágulos de sangre, enfermedad de Raynaud…)
- Heridas y quemaduras (en función de la fase en la que se encuentren)
- Hipersensibilidad al frío
El calor
Los efectos fisiológicos del calor son:
- Vasodilatación: aumento del tamaño de los capilares
- Mejora del metabolismo: gracias a la vasodilatación llegan más nutrientes y sustancias de reparación
- Efecto analgésico: alivia el dolor y los espasmos musculares
- Aumenta el peristaltismo (movimientos intestinales). Por lo que actúa como un laxante natural.
- Aumenta la flexibilidad de los tejidos: al aumentar la producción de elastina, proteína que aumenta la extensibilidad de músculos, tendones y fascias
Cuándo utilizar el calor
- Patologías crónicas. En ellas existe un déficit vascular y un problema en el metabolismo.
- Estreñimiento
- Dolor premenstrual
- Contracturas musculares
- Dolor de cabeza
- Rigideces articulares. Como las causadas por inmovilización, tortícolis, malas posturas o por patologías crónicas sin inflamación como la artrosis .
Cómo utilizarlo
- Bolsas calientes
- Manta eléctrica
- Baño caliente
Contraindicaciones
- Justo después de actividades físicas
- Si tiene una herida abierta o quemadura
- Inmediatamente después de una lesión grave
- Si la temperatura del cuerpo es alta (fiebre o fatiga por calor)
- Perturbaciones venosas o linfáticas graves
- Tendremos precaución en la aplicación de calor en pacientes con alteraciones de la sensibilidad o circulación.
A la hora de sufrir un dolor es esencial conocer los efectos de cada uno para saber si es más adecuado utilizar frío o calor. Sin embargo, ante la duda o ante dolores persistentes, no dudes en ponerte en manos de profesionales. Ya que estas medidas ayudan a aliviar el dolor, pero no son un tratamiento en si.