El dolor lumbar es uno de los problemas más frecuentes de espalda. El 70% de la población en algún momento de su vida sufren algún episodio de lumbalgia.
En cuanto a sexos, suele afectar a ambos géneros por igual y casi todos los rangos de edad, siendo más frecuente entre los 45-59 años.
Pronóstico de una lumbalgia
El 80% de las lumbalgias cursan sin complicaciones y mejoran en 4-6 semanas. Sin embargo diferentes factores pueden favorecer su cronicidad como son:
- Factores laborales. Posturas inadecuadas de columna, levantamiento de cargas, trabajos con vibración, actitud negativa…
- Episodios previos de lumbalgias
- Edad mayor de 50 años
- Tendencias depresivas
- Altas demandas físicas
Tratamiento
Una de nuestras obligaciones como profesionales sanitarios, es la de estar actualizados. En salud, como en muchas otras áreas, es fundamental estar al día de los nuevos avances. Lo que está aceptado cuando estudias la carrera, puede que dentro de pocos años se haya demostrado que no es tan efectivo como se creía y/o puede que haya otras alternativas que se muestren más efectivas.
Por eso nos genera tristeza y frustración que muchos profesionales, fundamentalmente de la medicina, ante un paciente con dolor lumbar sigan recomendando cosas que hoy en día no solo están desactualizadas, sino que incluso pueden ser contraproducentes como:
- Reposo absoluto
- Antiinflamatorios
- Pruebas diagnósticas innecesarias (con la consiguiente radiación)
Sin embargo, actualmente, las recomendaciones generales ante una lumbalgia deberían de ser:
- Evitar el reposo
- Incorporar ejercicios adecuados
- Calor local
- Fisioterapia
Pilates y dolor lumbar
Entre las medidas relacionadas con el ejercicio, el método Pilates es el más recomendado. En otros artículos os hemos contado en qué consiste y cómo trabajamos en reactive.
¿Por qué?
La faja abdominal está compuesta por una serie de músculos que condicionan la estabilidad del tronco. Esta se distribuye como una faja lumbar. Cuando se contraen de forma conjunta, estos músculos ayudan a la estabilidad de tronco.
Mediante ecografía se ha observado que en los pacientes con lumbalgia existen alteraciones a nivel muscular en multífidos y en el transverso del abdomen. Por eso, en los tratamientos pasivos en los que el paciente no existe una parte activa en la que el paciente fortalezca la musculatura relacionada con la faja abdominal, no acaban de resultar efectivos
Precisamente, el método Pilates se basa en el fortalecimiento de dicha musculatura, de ahí los beneficios en sujetos que padecen lumbalgia. Pero no es exclusivo, es decir, los beneficios no vienen dados por el método Pilates en sí, sino por el fortalecimiento de dicha musculatura que se puede trabajar de muchas maneras diferentes.
Pero no solo se realizan ejercicios de fortalecimiento de la faja lumbar, sino que se combinan con ejercicios en los que trabajamos la flexibilidad y la fuerza muscular.
Se ha demostrado que el estiramiento de los isquiotibiales con el método Pilates es más efectivo que un estiramiento pasivo (el estiramiento “típico”). Esto tiene importancia ya que los isquiotibialess al insertarse en la pelvis, tienen una influencia directa sobre su posición y la del tronco durante los movimientos de flexión del tronco. Diferentes estudios han encontrado que gracias a esta mejoría, en sujetos que practicaban Pilates se conseguía un aumento del grado de flexión de tronco.
En cuanto a la fuerza muscular, en otro artículo os he hablado de la importancia de fortalecer los glúteos :
… individuos con dolor lumbar presentan una musculatura glútea que se fatiga con mayor facilidad que en aquellas personas que no tienen dolor lumbar. Por lo que puede que parte del tratamiento pase por mejorar su fuerza y/o resistencia, así como el control motor y el rango articular de la cadera…
Conclusiones
Por lo tanto, si tenéis o habéis tenido algún episodio de lumbalgia, descartad patologías importantes y pedid todas las opiniones médicas que necesitéis. Pero tened en cuenta que el reposo absoluto y la toma prolongada de medicación no es la solución. Si queréis ya no solo tratar, sino prevenir dolores de espalda la fórmula “mágica” es:
- Perder peso
- Moverte
- Ir al fisioterapeuta