La radiculopatía cervical es una afectación neurológica caracterizada por la disfunción de un nervio espinal cervical, de su raíz o de ambos.
Síntomas
Suele presentarse con síntomas como:
- Dolor de cuello y/o un brazo
- Pérdida sensorial
- Pérdida de la función motora
- Cambios reflejos en el territorio de distribución de la raíz afectada
Causas de una radiculopatía
La causa más común (70-75%) de una radiculopatía es la invasión del nervio espinal. Esto puede, por ejemplo, a cambios degenerativos en la columna vertebral o en el disco intervertebral.
Es importante entender que el hecho de que la raíz nerviosa se pueda ver comprimida por el disco, esto no tiene siempre por qué doler, a no ser que se comprima el ganglio espinal. Aunque todavía se desconocen los mecanismos exactos de por qué esto ocurre así.
Al comprimirse, el nervio verá disminuido su aporte de oxígeno. Además, los discos vertebrales herniados también liberan mediadores inflamatorios.
Diagnóstico
No existen criterios universalmente aceptados para diagnosticar una radiculopatía cervical. De momento en la mayoría de los casos la historia clínica y la exploración física del paciente son suficientes para conducir al diagnóstico.
Historia clínica
Normalmente, los pacientes que presentan una radiculopatía cervical presentan:
- Dolor intenso en el cuello y el brazo
- Síntomas sensoriales: ardor, hormigueo o ambos. Estos además siguen un territorio concreto en función del nervio afectado
- En ocasiones debilidad subjetiva del brazo o de la mano (menos frecuente)
Es característico de este cuadro que los síntomas alivien sosteniendo el brazo sobre la cabeza, mover la cabeza para mirar hacia abajo y lejos del lado sintomático. En cambio girar o inclinar la cabeza hacia el lado con dolor exacerbará los síntomas.
Banderas rojas
Será motivo de derivación médica la presencia de síntomas como:
- Fiebre
- Escalofríos
- Pérdida de peso inexplicable
- Dolor nocturno incesante
- Cáncer previo
- Inmunosupresión
- Uso de fármacos vía intravenosa
- Dificultad para mantener el equilibrio
- Alteraciones de los esfínteres o frecuencia urinaria
Exploración física
Los resultados de la exploración física varían en función del nivel cervical afectado y de la existencia o no de mielopatía.
La raíz nerviosa que más se afecta es la de C7 seguida de la de C6.
Hay que tener en cuenta también que muchas otras patologías pueden semejar una radiculopatía cervical. Por eso deben descartarse mediante una adecuada entrevista y exploración fí
sica, así como con estudios de imagen o electrofisiológicos si fuera necesario.
Pruebas de imagen
La primera prueba que se suele realizar es la radiografía, sin embargo su utilidad es muy limitada. Esto se debe a que es poco sensible para detectar tumores o infecciones, ni tampoco hernias discales, ni estrechamiento intervertebral cervical.
La resonancia magnética es el método de elección en pacientes con sospecha de radiculopatía cervical. Pero no existen directrices claras de cuándo es adecuado realizarla o no. Las indicaciones normalmente suelen ser:
- presencia de signos de mielopatía
- señales de alarma que sugieran un tumor o una infección
- presencia de déficits neurológicos progresivos
Si no existen estos síntomas, es preferible no realizar la resonancia magnética a no ser que sigan siendo sintomáticos tras 4-6 semanas de tratamiento conservador.
¿Por qué?
- Porque el primer tratamiento de elección va a ser casi siempre conservador
- En las RMN estamos sometiendo al cuerpo a radiación por tanto, cuanta menos mejor
- Es frecuente encontrar anomalías que son completamente normales y que no tienen por qué ser la causa de nuestro dolor como: hernia discal, pinzamiento de la médula y compresión de la médula.
El TAC por sí solo tienen un valor limitado para la evaluación de la radiculopatía cervical, pero puede ser útil para la detección de espolones óseos y su extensión, la invasión del agujero foramidal o la presencia de osificación del ligamento longitudinal posterior.
Electromiografía
Los estudios de conducción nerviosa mediante electromiografía pueden ser útiles cuando al historia clínica y la exploración física del paciente no permiten distinguir la radiculopatía cervical de otras causas neurológicas de dolor de cuello y brazo.
Primeros pasos
Si sospechas de una radiculopatía cervical el primer paso es acudir a tu médico. En caso de que se descarten otras patologías graves, la primera opción de tratamiento recomendada es la conservadora. Es decir, medicación y fisioterapia.
Recuerda que antes de optar por una opción quirúrgica, debes consultar varias opiniones de distintos profesionales. También que con el tratamiento conservador has de ser paciente ya que se trata de un cuadro de lenta evolución.