Continuamos con las publicaciones dedicadas a la ciencia y la nutrición. Antes de nada me gustaría felicitaros el año que ha entrado. En mi caso he aprovechado para hacer algo de ejercicio y, ya de paso, pescar un buen catarro. En esta siguiente entrega hablaremos del coaching (y su variedad “nutricional”) y de los batidos sustitutivos.
La ciencia del coaching y relación con la nutrición
Según la Real Academia Española, un coach es un anglicismo que significa “persona que prepara o adiestra a otra en algo, especialmente en la práctica de un deporte”. Subraya así mismo que es un término innecesario, existiendo palabras como “entrenador” o “preparador”. Una muestra más del afán de tirar por tierra nuestro rico vocabulario.
El coaching consiste en eso, “asesorar” a una persona en algún tema en concreto. Con la salvedad de quien te está asesorando es más que posible que no sepa nada y esté vendiendo humo. El coaching no es una disciplina. Tampoco una profesión. Y desde luego no necesita de ningún título para que se ejerza. Ni responde a una metodología definida y contrastada científicamente. Aplica de forma sistemática una serie de palabras triviales como garantía de éxito (poder, confianza, apoyo, emoción, vigor…) y se dirige principalmente a población vulnerable (desempleados, enfermos, deportistas que quieren aumentar rendimiento). Existen vertientes del coaching totalmente rocambolescas, como el coaching cuántico, que afirma que el sujeto puede influir en la realidad (entiéndase como materia, átomos, energía) y cambiarla con sólo pensarlo (totalmente imposible).
Origen
En los años 80 se empezó a aplicar en las empresas, prometiendo mejorar los resultados de la misma. Pero entre esta afirmación y un placebo hay un milímetro de distancia. Es decir, está haciendo creer a la persona que está delante que es un “hacedor” (recomiendo ver este vídeo) y que todo “irá bien”. Hasta ahí el daño puede no ser perceptible del todo, pero si entramos en materia de salud sí puede llegar a ser perjudicial. Es decir, la ciencia detrás es que no hay ciencia. Es una apuesta. Si salen las cosas, bien. Si no es que falta sesiones de coaching y motivación. No hay metodología.
El coach juega a extralimitarse en unas funciones que ninguna entidad oficial en nuestro país le ha otorgado. Juega con el entorno psicológico de la persona, aplicando el pensamiento positivo como base del éxito. Y sin tener base ninguna. El coaching busca que la persona entre en una dinámica de retrospectiva personal que le haga solucionar los problemas. Esta actitud buenrollera acaba siendo un coladero para una gran dimensión de teorías pseudocientíficas que tienen de base las emociones. Para temas emocionales y de conducta, PSICÓLOGOS/AS. Simplemente porque no le pedirías a un zapatero que te arreglase los dientes.
Ámbito nutricional
En nutrición se confunde el término coaching nutricional con el de educación nutricional por parte de los profesionales. La negociación con el paciente, la enseñanza sobre el valor nutricional de los alimentos y la mejora de hábitos no es coaching. Se parte de un conocimiento de que un determinado patrón alimentario mejora la salud de las personas. Y poco a poco se trabaja con el paciente para llegar a ello, se educa en el proceso. Pero eso NO ES COACHING. No se le dice al paciente lo que él quiera oír. Ni nos quedamos de brazos cruzados esperando a que encuentre su yo interior y responda otra vez. Y además los nutricionistas conocemos el tema de la alimentación lo suficiente para saber los riesgos y los beneficios de una aproximación u otra. Y el coaching tiene riesgos que no se deben asumir.
Eso sí, otra tendencia últimamente consiste en ” especializarse” una vez acabada la carrera en “coach nutricional”. Algo que no tiene validez oficial en ningún lugar de España. Se escudan estos profesionales en que el coaching es una herramienta y que hay que tener el grado en Nutrición para ser coach nutricional. Se olvidan de que al no estar regulado el frutero de tu barrio podría ser un coach nutricional. De hecho muchos “cursos” de coaching no discriminan a quién están dirigidos o tienen varias categorías para “profesionales” y “no profesionales”. Absurdo. Es el equivalente a un médico homeópata: técnicas no contrastadas científicamente ni regladas y especializados en algo sin sentido. Nuevamente para temas emocionales y de conducta, PSICÓLOGOS/AS. Y el profesional de la nutrición que se apoye en ellos, que es lo que debe hacer. Zapatero a tus zapatos, como dicen en mi casa.
La mecánica del coaching la explica muy bien el psicólogo Eparquio Delgado en este artículo. A día de hoy el Grup de Recerca en Comunicació Científica la considera una pseudociencia. Básicamente por la falta de reglamentación y por el riesgo de trauma causado al paciente. En definitiva, el mundo pensante y científico se está alzando contra estas prácticas, sobre todo los psicólogos, como podemos ver en esta reciente noticia de El Periódico.
Batidos sustitutivos
Los problemas
En la vorágine de temas que abarca la dietética hay un tema recurrente que “vuelve a casa por Navidad” (en el sentido de que se hace patente cuando estamos más vulnerables). Es el tema de los batidos sustitutivos. Soluciones hipocalóricas de nutrientes que buscan sustituir una comida normal. El proceso de enganche es el siguiente:
- Primero se promete a la víctima una bajada grande determinada en el peso en poco tiempo consumiendo un determinado preparado, en adelante “batido”. Pongamos que nos dicen 3 kg en una semana.
- Seguidamente, se pauta el batido para tomar varias veces al día en sustitución de una comida normal y saludable. Se alega que el batido contiene las vitaminas y minerales necesarios para vivir pero aportando pocas “calorías”.
- Tercero. La víctima prácticamente vive “ayunando”. El valor calórico es bajo, pero también lo son algunos nutrientes que ni siquiera forman parte de su matriz original. Además, como sucede en la industria de los suplementos, los ingredientes no declarados están a la orden del día.
- Cuarto. La víctima no aprende a comer saludablemente. Si no se muere de ansiedad con los batidos al terminar el tratamiento vuelve a engordar. Y se repite el ciclo.
- Quinto. Se busca que estos batidos otorguen el 100% de minerales y vitaminas, pudiendo caer en hipervitaminosis según la persona.
- Sexto. En algunos casos el cliente se puede convertir en distribuidor de la marca. Una captación típica de negocios multinivel.
Las respuestas
Todo esto tiene las siguientes fallas, a mi juicio:
- La bajada de peso no es lineal, sino gradual y con altibajos. Muchos factores influyen en esta bajada de peso y al igual que los mal llamados “superalimentos” no te harán bajar de peso más rápido, los batidos tampoco.
- La toma de vitaminas y minerales de forma artificial no sigue las mismas reglas de transporte y absorción que las naturalmente presentes en alimentos. Estos batidos vienen “dopados” de vitaminas, que en algunos casos pueden exceder niveles que acarrean efectos adversos (comentado en nutrición ortomolecular, en nutrición y ciencia 1). Además, su formulación puede generar problemas a nivel de los tejidos (caso del sulfato ferroso).
- Enseñar a comer a la persona es mucho más eficiente que depender de batidos. Y el hecho de masticar la comida genera un efecto saciante per se. Las calorías líquidas además de no saciar elevan rápidamente la glucemia sanguínea o repercuten negativamente en parámetros analíticos como triglicéridos o colesterol.
- La nutrición es más que calorías. Así, por ejemplo, los frutos secos aportan gran cantidad de energía, pero no son calorías sin más. Aportan nutrientes necesarios para el funcionamiento celular o del sistema inmune, regulan las hormonas… y no todo acaba como “gasolina”.
- Se puede comer más comiendo mejor. 200 kcal de brócoli es casi un kilo del mismo. Otorga saciedad, masticas, incorporas fibra de primera mano y es mucho más barato. Un sandwich integral de pavo, zanahoria rallada y calabacín por ahí anda sobre las 250 kcal. Un sustitutivo tiene entre 200 y 400 por comida según el RD 1430/1997. Hagan cuentas. Prefiero comer más y sólido que tomarme un batido. Y mejor para su salud. Además que contar calorías es una herramienta a priori muy pobre si se busca reducir peso.
- Las corporaciones que se basan en “distribuidores independientes” se conocen como sistemas multinivel. Los sistemas de negocio multinivel o estafa piramidal sólo enriquecen a la cabeza de la pirámide. Las bases son engañados vilmente mientras engañan al consumidor. Por supuesto, prometiéndoles ser “su propio jefe” y “una vida mejor”. Un ejemplo podría ser el de Bernard Madoff.
Como veis, no es oro todo lo que reluce, ni en las nuevas tendencias ni en las clásicas. Acudid siempre a un profesional cualificado. Y que confíe en la ciencia y en la metodología del trabajo y el esfuerzo. Las soluciones rápidas y las palabras bonitas no siempre acaban bien.
Ricardo Estévez
NUTRICIONISTA
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