Hace unos cuantos años los gimnasios en Lugo se contaban con los dedos de una mano. Solían ser instalaciones relativamente pequeñas, con a penas una o dos salas de actividades dirigidas, la mítica sala de musculación y, si tenía sauna, ya era de los más “novedosos”.
Hoy en día, gracias al creciente interés por la actividad física, ya contamos con instalaciones más grandes y alguna opción más en el mercado. Sin embargo, ¿por qué todavía vemos a gente en los gimnasios haciendo los mismos ejercicios que hace 30 años? ¿por qué los usuarios siguen con las mismas tablas de ejercicios “generalizados”? ¿por qué no se han modificado los métodos de entrenamiento?
Y es que, pese a que las instalaciones y las ofertas pueden haber mejorado, el uso que se le da a los gimnasios, habitualmente, suele seguir estando desactualizado y seguimos cometiendo los mismos errores. Hoy os vamos a hablar de los 10 errores más comunes que se cometen en las grandes instalaciones.
1. Priorizar número de kilos antes que la técnica
En la década de los 70 y 80 la tendencia de moda era el culturismo. Por eso se buscaban cuerpos voluminosos y con grandes músculos. Por eso, no importaba demasiado la técnica, sino la cantidad de kilos que eras capaz de mover. Efectivamente, se lograba ese objetivo estético. Pero, hoy en día, gracias a los estudios que se han realizado, se sabe que muchos de esos ejercicios no tienen el fundamento necesario para seguir en los planes de entrenamiento. Y es que, este tipo de ejercicios de gimnasio aumentan el riesgo de lesión y/o de descompensación muscular. Por eso, debemos de buscar otro tipo de ejercicios que provoquen mejoras en nuestro organismo a nivel general y, sobre todo, cuidando minuciosamente la técnica.
2.Realizar entrenamientos analíticos
Con esto hago referencia a los ejercicios de gimnasio en los que se trabaja un músculo de manera aislada. Y no es que este tipo de ejercicios estén mal. Lo que quizás no es tan recomendable es hacer exclusivamente este tipo de ejercicios. Por tanto, deberíamos dejar paso a otro tipo de ejercicios más funcionales, ejercicios multiarticulares que implican a grandes grupos musculares. ¿Ejemplos?
- Ejercicio analítico: banco de cuádriceps
- Ejercicio funcional: sentadilla
3.Hacer crunch abdominal para reducir barriga
Mucha gente piensa que si hace hasta la saciedad un ejercicio en una zona determinada, perderá grasa localizada en esa zona. Pero eso no es del todo así, y el crunch abdominal desde luego no es la mejor opción.
Si quieres hacer ejercicios abdominales (core) deberías saber que también es muy importante controlar la técnica del ejercicio. Por ejemplo, en el crunch abdominal son muy típicos los errores siguientes:
- Tirar con la cabeza hacia delante (flexión y/o adelantamiento cervical)
- No respirar correctamente
- Forzar con los brazos para intentar subir el tronco
- Sujetarse las piernas con una espaldera o con un compañero/a
Este tipo de gestos de forma repetitiva nos causará dolor en la zona cervical y de hombros, mientras que es probable que nuestros abdominales ni se enteren. Para lograr hacer bien ese ejercicio, tendríamos que conseguir ser capaces de subir nuestro tronco (flexión de tronco) gracias a nuestra musculatura abdominal, no a la musculatura flexora cervical ni la fuerza de nuestros brazos que nos levanten.
Otro punto importante es el de la respiración. Este ejercicio proyecta tu suelo pélvico hacia abajo si no respiras de la manera adecuada. Lo que a largo plazo puede llevar a incontinencias urinarias o, si ya las tienes, empeorarlo.
Por lo que si quieres optar por este ejercicio y estás comenzando. Lo ideal será que previamente un profesional de tu gimnasio te explique su correcta ejecución y que comiences por rangos de movimiento más bajos con una buena respiración.
Si lo que quieres es perder grasa abdominal, lo ideal será que combines tu rutina de ejercicios con un buen asesoramiento nutricional.
4. No realizar trabajo de fuerza
En anteriores artículos os hablábamos de la importancia de realizar trabajo de fuerza. Es habitual que muchos usuarios o usuarias del gimnasio, por desconocimiento o porque tradicionalmente se pensaba que de esa manera se perdería más peso. Sin embargo, hacer ejercicios de fuerza puede aumentar mucho más nuestro metabolismo basal, es decir, se mantiene más tiempo activo aún transcurrido un tiempo después de haber terminado la sesión de entrenamiento.
Por tanto, la combinación perfecta para conseguir tus objetivos pasaría por combinar trabajo de fuerza junto con entrenamientos aeróbicos.
5. No realizar ejercicio cardiovascular
En el otro lado de la balanza tenemos a otras personas cuyo objetivo es “muscular” y tienen la creencia de que si hacen ejercicio cardiovascular perderán todo lo que habían ganado. Pero todo depende de cómo planifiques tu entrenamiento. Para ello, es necesario tener en cuenta el volumen y la intensidad con las que trabajas.
6. No tener una planificación
Ir a gimnasios o sin una planificación de los entrenamientos es perder el tiempo. Si quieres lograr tus objetivos lo ideal que puedas contar con una programación (por parte de un profesional) de lo que vas a hacer cada día. Y, como comentábamos anteriormente, en ella debería de haber tanto sesiones de fuerza como de entrenamientos aeróbicos, así como un buen calentamiento previo a cada sesión y guardando un rato al final para realizar estiramientos.
7. Ir todos los días
Algunas personas, a veces cuando están empezando en el gimnasio, tengan tanta prisa por lograr sus objetivos que caigan en el error de pensar que yendo todos los días obtendrán mejoras más rápidamente. Pero, esto tampoco es así. Construir una rutina de entrenamientos sostenible en el tiempo (tanto desde el punto de vista de la salud como de nuestro tiempo disponible) requiere combinar sesiones de ejercicio y sesiones de descanso.
8. Olvidarte de la nutrición
Tanto si tu objetivo es perder peso como mejorar rendimiento, es indispensable que tu rutina vaya unida a un plan nutricional adecuado. Pero para eso es necesario acudir a profesionales sanitarios cualificados. Solo ellos pueden estudiar tu caso y realizar una dieta adecuada en función de tus patologías, necesidades y objetivos. Esto no puede realizarlo ningún técnico deportivo, INEF, fisioterapeuta ni derivados. Vale, todos podemos hacer recomendaciones (mi madre también lo hace), pero si quieres una dieta, acude a un nutricionista. Tomar suplementación, hacer ayunos o cualquier otro tipo de medida en ese sentido debe ser valorada por estos profesionales si quieres evitar poner en riesgo tu salud.
reactive no es un gimnasio. Es un centro en el que creemos firmemente en el trabajo multidisciplinar. En el que sabemos derivar a nuestros usuarios a los profesionales adecuados según sus objetivos. Y en el que somos conscientes de las necesidades que tienen hoy en día las personas que quieres hacer ejercicio de una forma saludable, que en las grandes y masificadas instalaciones no se están viendo cubiertas. Por eso, si buscas una manera diferente de hacer ejercicio, controlada, supervisada y rodearte de profesionales, no dudes en pedirnos información.