El síndrome de latigazo cervical o esguince cervical es una lesión de la columna cervical que se produce generalmente en accidentes de tráfico. Aunque no es exclusivo y también puede darse en caídas o lesiones deportivas.
¿En qué consiste el latigazo cervical?
En el caso de los accidentes del tráfico, cuando la colisión provoca un desplazamiento del tronco y de los hombros, inducidos por el empuje del asiento del coche. Esto origina una hiperextensión forzada del cuello seguida de una hiperflexión, debida a la acción de la inercia.
Estos movimientos bruscos, junto con movimientos de flexión lateral y fuerzas de cizallamiento, no se producen alrededor de ejes fisiológicos. Como consecuencia, los músculos cervicales no tienen tiempo de responder a las fuerzas a las que quedan sometidos.
Hay que tener en cuenta también que muchas veces, cuando se produce la colisión, no tenemos la cabeza mirando hacia delante. En la mayoría de los casos, la cabeza se encuentra en ligera rotación, lo que hace que el impacto acentúe aún más esa rotación antes de que ocurriese la extensión. Esto es importante porque en esta posición expone a un mayor riesgo de lesión a estructuras como las articulaciones interapofisarias, los discos intervertebrales y a los ligamentos.
Síntomas del latigazo cervical
- Dolor y rigidez en el cuello. El dolor se refiere en la región de la nuca, es sordo y aumenta en movimiento. Suele asociarse a contracturas y a limitaciones en la movilidad, e incluso a la restricción del movimiento. También se puede irradiar hacia la cabeza, hombros, extremidades superiores y región interescapular y al resto de la columna. Es importante tener en cuenta que en muchas ocasiones la zona dolorosa no indica necesariamente que esa sea la zona que causa del dolor. Es decir, que el origen de la molestia puede estar en otra zona distante.
- Dolor en los músculos mandibulares
- Cefalea. Suele ser de predominio suboccipital u occipital. Suele irradiar hacia la región temporal u orbital. En la mayoría de las cefaleas crónicas son de origen cervical.
- Vértigos de origen cervical que puede asociarse de síntomas auditivos. El mecanismo exacto por el cual ocurre un síndrome vertiginoso después de un SLC sigue siendo controvertido en la actualidad.
- Debilidad o falta de fuerza
- Mareos
- Parestesias. Sensaciones de hormigueo y entumecimiento en las manos. Si se encuentran asociados a debilidad, alteraciones de los reflejos y alteraciones de la sensibilidad, pueden deberse a comprensiones de las raíces nerviosas.
- Dificultad para dormir
- Problemas de concentración y fatiga
- Disfagia: la dificultad para tragar se manifiesta en el 18% de los pacientes.
Tratamiento
El tratamiento más habitual consiste en antiinflamatorios y relajantes musculares. Pero los efectos secundarios que producen limitan su aplicación.
El reposo y el collarín blando continúan siendo una prescripción frecuente. Afortunadamente ahora se cuestiona la validez del collarín, debido a que algunas investigaciones han confirmado que la movilización precoz es mucho más efectiva. Actualmente la tendencia está en no inmovilizar más de 72 horas. Una inmovilización prolongada retarda el proceso natural de curación y aumenta incluso los riesgos de desarrollar síntomas crónicos.
El tratamiento de fisioterapia dependerá del grado de lesión y de la fase en la que nos encontremos (aguda, subaguda o crónica).
Fase aguda
Esta fase perdura aproximadamente diez días. En ella se aplicarán movilizaciones pasivas, ejercicios isométricos, de propiocepción y AINES durante un corto período de tiempo o si la situación lo requiere, analgésicos. Siempre que se pueda se evitará el uso de relajantes musculares. Otras modalidades como la estimulación transcutánea, el ultrasonido, calor o hielo no cuentan con apoyo científico que refleje un aporte favorable a la recuperación.
Fase subaguda
Abarca desde el décimo día hasta el alta de fisioterapia, que ronda sobre el día 21. En esta fase se tratará de incrementar la incorporación laboral, recuperar rango de movilidad cervical y aplicar técnicas para disminuir el dolor como termoterapia y masaje.También se le aconsejará al paciente intentar seguir, dentro de lo posible, con las actividades normales, a pesar del dolor y, siempre y cuando el médico haya descartado previamente la posibilidad de una lesión grave.
Fase crónica
Las posibilidades en el tratamiento del latigazo cervical una vez que se ha hecho crónico son menos satisfactorias. Muchas de las terapias no tienen base científica, a pesar de su popularidad. Muchos de los afectados no reciben tratamiento hasta que su condición ya es crónica.
Los síntomas asociados al latigazo cervical hasta en un 50% de los casos pueden volverse crónicos. No está claro el motivo, pero puede deberse a procesos de sensibilización central. Es decir, por un mal funcionamiento de los “mecanismos” encargados de transmitir la información dolorosa que alerta, aun en ausencia de daño.
Viene siendo hora entonces de reevaluar la situación y suministrar intervenciones tempranas. Una alteración como esta resulta muy costosa en cuanto a personal, medios sanitarios, reclamaciones e impacto en las compañías aseguradoras. Sin embargo, las medidas terapéuticas son extremadamente escasas, parece un poco contradictorio, ¿no? Así nos va.