El valor del ejercicio para la prevención de la ansiedad viene desde hace tiempo. Pero el interés de los médicos en el uso del ejercicio para la salud mental declinó a mediados de este siglo, cuando la psicofarmacología y la neurobiología desarrollaron drogas eficaces para combatir la depresión. Los psicólogos y los psiquiatras también adoptaron la psicoterapia para ayudar al ser humano en sus trastornos emocionales.
Pero, en los últimos años, se ha vuelto ha poner énfasis en el papel del ejercicio en la prevención y en la lucha contra los problemas emocionales.
Efectos del ejercicio físico en el estado de ánimo
El ejercicio físico constituye un recurso terapéutico efectivo, atractivo y de bajo coste para mejorar problemas de salud mental. Pero también puede actuar sobre estados como:
- Fatiga mental
- Estrés
- Pérdida de autoestima
- Trastornos del sueño
Los adultos físicamente activos tienen mejores conceptos sobre sí mismos y una elevada autoestima. Tienen un incremento en su confianza, estabilidad emocional, independencia y en el autocontrol.
Este fenómeno podría deberse a la acción de hormonas como las endorfinas. Éstas funcionan como analgésico neutralizando las sensaciones de dolor y malestar.
También se produce la liberación de neurotransmisores implicados en las emociones como la dopamina o la noradrenalina.
Y, por otra parte, el aumento de la temperatura corporal y la distracción también producen sensaciones de bienestar y tranquilidad.
¿Qué tipo de ejercicio debería practicar para mejorar mi estado de ánimo?
No todos los tipos de actividad física tienen las mismas consecuencias sobre el estado de ánimo. Especialmente en aquellos individuos que se están iniciando en la práctica deportiva parece adecuado optar por actividades agradables , voluntarias y gratificantes en vez de otras más exigentes e intensas.
Lo ideal también suele ser optar por actividades colectivas. Así potenciamos los efectos al añadir la red de apoyo social que se crea cuando interaccionamos de forma eficaz con los demás.
En clínica reactive además, para favorecer aún más estos efectos, adaptamos por grupos el nivel de cada alumno para que todos se sientan competentes y con la capacidad de alcanzar objetivos.
¿Cuánto ejercicio hace falta?
Lo ideal sería poder practicar una actividad física 2-3 días a la semana con una duración de entre 20 y 60 minutos por sesión. Si buscamos un efecto tranquilizante, lo ideal es un ejercicio rítmico con una intensidad del 30 al 60% de la intensidad máxima permitida para cada persona.
También es importante que se practique durante un tiempo suficiente- Es necesario realizar ejercicio de forma habitual durante un mínimo de 4 semanas para comenzar a notar sus beneficios. Aunque como siempre, dependiendo de cada individuo, esto puede demorarse un poco más.