El running es el deporte por excelencia actualmente. Y esto es relativamente reciente. No hace demasiados años ver a alguien corriendo por la calle era cuanto menos extraño. A día de hoy lo raro es pasear por el río y no a una sino a bastantes personas totalmente equipadas con ropa y calzado específico para realizar running.
Los trabajos cada vez más sedentarios y el auge de la actividad física han propiciado esta moda. Además, resulta una actividad, en principio, “muy fácil” de llevar a cabo puesto que muchas personas creen que con ponerse un calzado deportivo y echarse a correr es suficiente.
Pero esto no es para nada así. O por lo menos no lo es si queremos evitar lesiones e ir poco a poco mejorando nuestros resultados.
¿Por qué? ¿Qué cosas deberíamos de tener en cuenta?
1. Calzado de running
Y es que no sirve cualquier tipo de zapatilla deportiva. Lo ideal es escoger unas que estén especialmente diseñadas para correr. Y, aun así, dentro del mundo de las zapatillas de running, lo que le va bien a una persona, quizás a otra no le venga bien.
Y no nos referimos a los famosos términos de “supinador” / “pronador” / “neutro” que tanto daño han hecho. En la pisada juegan muchos otros factores que solo un profesional de la podología puede valorar y hacer recomendaciones individuales.
Por eso, es necesario tener en cuenta factores como:
- El peso del corredor. Esto determinará la cantidad de carga que tendrá que amortiguar.
- El grosor que existe entre el talón y la zona del antepié y dedos.
- La tecnología o el material adecuados para cada tipo de corredor. Porque no necesita lo mismo un corredor experimentado que uno que se está iniciando.
2. Planificación de los entrenamientos
No se debe salir a correr porque sí. Sin ninguna planificación lógica de los entrenamientos en cuanto a tiempo, distancia y, una cosa muy importante, tiempos de descanso.
Como en cualquier otra disciplinar deberíamos ir poco a poco. No por muy rápido que intentemos avanzar en nuestros resultados, mejoraremos antes. Sino todo lo contrario. Esto nos conducirá a lesiones que harán que paremos y tengamos que volver a partir de cero.
Si quieres evitar que esto ocurra, consulta con un especialista, una persona formada en deporte que pueda asesorarte sobre cómo empezar a correr.
3. Trabajo compensatorio
Esta es la pieza clave. Y la que muchas personas desconocen. Cuando practicamos running, como cualquier otro tipo de actividad física (natación, bicicleta, pesas…), es PRIMORDIAL realizar un trabajo compensatorio.
¿Y esto qué es? Pues estamos haciendo referencia a un trabajo específico de las áreas más vulnerables para mejorar la movilidad, el equilibrio y la funcionalidad de las articulaciones. De esta manera, no solo mejoraremos nuestro rendimiento, sino que prevenimos posibles lesiones.
Por ejemplo, es muy común que algunas personas presenten una flexión del tobillo restringida. Como os podéis imaginar, en una actividad como el running, este hecho acarrea que esa falta de movilidad sea compensada con otra articulación (caderas, rodillas, columna…), siendo posibles causas de dolor.
Otro ejemplo es la falta de trabajo del core (artículo). Para que la biomecánica de nuestras extremidades (tanto brazos como piernas) sea adecuada, tenemos que partir de un buen control del tronco. Y eso solo se consigue si hacemos un trabajo muscular específico.
Pero esto son tan solo 2 ejemplos de aspectos interesantes que trabajar como ejercicios compensatorios, pero existen multitud y cada persona se beneficiará más de unos u otros.
Como veis, practicar running no es tan sencillo como a priori puede parecer. En muchas ocasiones la gente dice cosas como “correr es malo”. Yo siempre explico que lo malo es cómo practiques tu tanto ese como cualquier otro deporte. No todos los ejercicios están indicados para todo el mundo, pero tampoco contraindicados. Y, aún pudiendo practicarlo sin problema, también dependerá de cómo lo hagas. Por eso, si estás pensando en iniciarte en el mundo del running, primero contacta con profesionales para recibir la información adecuada.
En reactive contamos con profesionales del deporte que pueden ayudarte a:
- Planificar tus entrenamientos
- Elaborar tablas de ejercicios compensatorios
- Realizar actividad complementaria en nuestras instalaciones
Recuerda que reactive no es un gimnasio. Somos un centro en el que nuestro objetivo es la práctica de una actividad física segura, completa y variada buscando un trato lo más individual posible. Si estás interesada o interesado, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.