Uno de los deportes favoritos hoy en día es el running. Un deporte de fácil acceso que se puede practicar al aire libre y que no requiere de ningún material.
Salir a correr en sí no es malo. Pero hacerlo sin una preparación previa y complementaria sí que nos puede acarrear problemas. Como cualquier otro deporte, el running también requiere de un periodo de adaptación.
No hay que correr para estar en forma, pero sí estar en forma para correr
Y es que a la hora de correr hay que tener en cuenta muchos factores:
- Calzado adecuado
- Planificación progresiva y coherente
- Combinar los entrenamientos de running con un trabajo complementario: trabajo de glúteos, movilidad de tobillo, abdominales…
- Técnica de carrera
- Darle al cuerpo los descansos adecuados para permitirle una correcta recuperación y adaptación a nuestro trabajo.
Errores en la postura al hacer running
Hoy os dejamos 10 errores típicos que cometen los runners en cuanto a corrección postural:
1. Apoyo excesivo de los talones
El apoyo del talón simplemente debería de servir como una rápida transición para un posterior impulsión con la puntera del pie
2. Pies desalienados
Si llevamos los pies demasiado hacia dentro o hacia fuera estamos desaprovechando el impulso de la pierna.
3. Rodillas desalineadas
Las mujeres tendemos a llevar las rodillas hacia dentro (genu valgo). Bien por falta de fuerza en los glúteos, por la forma de nuestra cadera o por unos aductores demasiado tensos.
En cambio los hombres tienden a llevar las rodillas más hacia fuera (genu varo).
Estas desalineaciones, además de hacer que nuestra carrera sea menos efectiva, provocan hiperpresiones en la articulación de la rodilla que con el tiempo (más sobrecarga) pueden acabar provocando lesiones.
4. Rodillas flexionadas
Correr agachados, impulsándonos poco de puntera con zancadas excesivamente cortas. En ocasiones esto se debe a un acortamiento de isquiotibiales que imposibilita la correcta extensión de las rodillas.
5. Déficit en la flexión de cadera
Si corremos con mucha flexión de cadera iremos muy agachados. Esto nos imposibilita hacer zancadas más grandes y nos hace que perder velocidad.
6. Posición de tronco incorrecta
Correr con el tronco demasiado desplazado hacia delante o hacia atrás también modifica nuestra forma de pisar. Lo ideas es caminar con el tronco erguido. De esta forma se facilitan el resto de movimientos de las extremidades.
7. Movimiento insuficiente de brazos
Cuando el movimiento de brazos es muy insignificante en relación al movimiento de piernas, los brazos no generan un impulso adecuado.
8. Movimiento incorrecto de antebrazos
Se tiende a meter las manos hacia dentro en lugar de hacia delante. Y también se tiende a llevarlos con una excesiva separación del cuerpo.
En realidad las manos deberían considerarse como una prolongación de la muñeca. Brazo y antebrazo deben formar un ángulo recto.
9. Hombros anteriorizados
Se trata de una actitud postural muy frecuente, sobre todo en personas que tienen acortamiento de pectoral. Hay que intentar ir erguido y con los hombros en posición neutra. De esta forma también favorecemos la expansión de nuestros pulmones.
10. Posición incorrecta de la cabeza
Muchas personas al correr, sobre todo si ya comienzan a ir cansadas, tienen a forzar en cuello agachándolo o ladeándolo. En realidad debería ir erguido entre los hombros, en una posición natural. Tenemos que imaginarnos que nos tiran de la coronilla con un hilo hacia arriba.
¿Necesitas ayuda?
Si tienes cualquier consulta en reactive podemos ayudarte con tu técnica de carrera y con tu trabajo compensatorio.
Así mismo, también contamos con profesionales expertos en podología que podrán hacerte un estudio de la marcha. No solo para determinar si necesitas usar plantillas o no, sino también para localizar dónde deberías focalizar tu trabajo de fortalecimiento / estiramiento.
Y si tienes alguna lesión o simplemente quieres prevenir de vez en cuando, pregunta por nuestras consultas de fisioterapia. Contamos con profesionales formados en osteopatía y ejercicio terapéutico que te pueden ayudar.