La fibromialgia es un trastorno doloroso que se caracteriza por presentar:
- Dolor crónico. Aquel que permanece durante más de tres meses. No desaparece con el tiempo.
- Dolor generalizado. Aparece al mismo tiempo en distintas partes del cuerpo.
- Sensibilización central. Respuesta incrementada de las neuronas que reciben las señales de dolor. El cuerpo reacciona de forma exagerada a los estímulos incluso no dolorosos.
Esta enfermedad es más frecuente en las mujeres. Se cree que puede ser debido a que tenemos esqueletos más flexibles, con músculos menos desarrollados y canales espinales más estrechos. Además, producimos más neurotransmisores que incrementan las señales de dolor y menos que disminuyen dichas señales en comparación con los hombres. Por lo que la respuesta del cerebro al dolor es diferentes en hombres y mujeres, siendo las mujeres más sensibles al dolor.
Causas y síntomas de la fibromialgia
En medicina hay enfermedades que son muy fáciles de diagnosticar porque tienen una causa clara y conocida. Sin embargo en la fibromialgia (como en muchas otras), esto no es así. No hay un virus, bacteria o lesión conocida a la que se le pueda atribuir.
Se sugiere, de todas formas, que la fibromialgia se debe probablemente a un procesamiento anormal del dolor. Y no tanto por un daño real de los tejidos.
Sin embargo, aunque la sintomatología principal es el dolor, los pacientes con fibromialgia suelen manifestar otros síntomas, como:
- fatiga
- rigidez
- patrones de sueño
- alterados
- cefaleas
- inestabilidad
- dificultades cognitivas
Diagnóstico de fibromialgia
Hace un tiempo se seguían los criterios consensuados por la Sociedad Ameriacana de la Reumatología (1990). Básicamente, el diagnóstico se basaba en la identificación de determinados puntos dolorosos. Según estos criterios era necesario presentar:
- Dolor generalizado durante más de 3 meses
- Un umbral de dolor a la presión de 4 kg/cm
- Existencia de 11 o más puntos dolorosos activos
Sin embargo estos criterios no eran muy finos a la hora de diagnosticar. Por eso en el 2010 se empezaron a utilizar otros criterios más complejos.
Tratamiento
Fisioterapia
No existe en la actualidad un criterio unánime para su tratamiento. Tampoco existe ningún fármaco aprobado específicamente. De modo que lo mejor es adoptar un enfoque multidisciplinar.
La fisioterapia debe contemplarse como una estrategia terapéutica interesante ya que puede actuar mejorando la intensidad de dolor y disminuyendo la interferencia de los problemas físicos y
emocionales en el trabajo y las actividades de la vida diaria.. Pero es importante que haya un compromiso por parte del paciente. El fracaso del tratamiento se asocia con frecuencia a pasividad, trastornos del estado de ánimo, adoptar una actitud catastrofista y el aumento de peso.
Ejercicio aeróbico
Las diferentes guías clínicas de tratamiento dan especial prioridad en sus recomendaciones a la actividad física. Y es queEl ejercicio aeróbico reduce el dolor, la fatiga, mejora el estado de ánimo y mejora la calidad de vida. Así lo han demostrado diferentes estudios que señalan además que se necesitan como mínimo 4 semanas.
Pero no sirve ponerse a hacer cualquier tipo de ejercicio aeróbico. Es necesario:
- Que sea del agrado del paciente
- Comenzar con programas a baja intensidad y gradualmente aumentarla en función de la tolerancia.
- Deben ser supervisados. Así como estudiar el posible dolor post entreno para modificar el programa.
- Si aparecen síntomas aumentados, debe disminuirse la intensidad pero no disminuir la frecuencia de los ejercicios.
- Se recomienda practicarlo 2 a 3 días a la semana.
Ejercicio acuático
El tratamiento en el agua favorece la sensación general de bienestar y de la función física. El agua permite la facilidad de movimiento y, por tanto, mejores condiciones para el ejercicio. Aunque todavía no existe un programa estándar de ejercicios específicos para pacientes con fibromialgia.
Pilates
Uno de los objetivos que trabaja el método Pilates es el control postural. Puesto que la fibromialgia puede afectar al equilibrio y alterar la postura, el Pilates puede ser una técnica muy útil como complemento a otros tratamientos.
Hay que tener en cuenta que se tiene que iniciar con posturas muy básicas y tener en cuenta las características del dolor de cada paciente.
Fármacos
Los fármacos muestran resultados a corto plazo. Y, en ocasiones, con importantes efectos secundarios. Por tanto, su uso debe ser puntual en momentos de síntomas no controlados o dolor irruptivo intenso. Los tratamientos farmacológicos por tanto, no deben ser el pilar único en el control de los síntomas, sino que se necesita un enfoque multimodal.
Esperamos poder haber aportado algo de luz acerca de los posibles tratamientos para paliar los síntomas de la fibromialgia.