La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la infertilidad como:
…la no consecución de un embarazo clínico tras 12 meses o más de relaciones sexuales habituales sin el empleo de métodos anticonceptivos.
Muchos de los factores relacionados con la ausencia de fertilidad son modificables y se puede logar la concepción si los revertimos. Uno de ellos es el porcentaje de grasa corporal. La principal razón es que el tejido adiposo (grasa) se considera un órgano endocrino con secreción hormonal. Por lo tanto, un porcentaje alto o bajo de grasa va a tener repercusión en la liberación de hormonas.
Pero… ¿cómo influye el porcentaje de grasa en la fertilidad de la mujer?
- El sobrepeso u obesidad aumenta la hormona llamada leptina. Esta hormona altera la liberación normal de hormonas sexuales. Esto provoca el aumento de la concentración de andrógenos (hormonas predominantemente masculinas, que en la mujer se encuentran en baja proporción) y la disminución de la progesterona (hormona esteroide que promueve la gestación).
Además, el exceso de grasa corporal disminuye la secreción de adiponectina. Esta hormona ayuda a la absorción de la glucosa por parte de los tejidos y órganos. En su ausencia se produce resistencia a la insulina contribuyendo al aumento de andrógenos ováricos en la mujer y disminución de la globulina transportadora de hormonas sexuales. Y esto tiene un impacto negativo en la ovulación .
Se estima que el riesgo de infertilidad es tres veces mayor en mujeres obesas que en mujeres no obesas y afecta tanto a su fertilidad natural como a la asistida. Se ha demostrado que la probabilidad de embarazo se reduce en un 5 % por unidad de Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 29 kg/m2. Recordar que se considera sobrepeso un IMC de 25 a 29 y obesidad un IMC superior a 30. - Por el contrario, un bajo porcentaje de grasa conlleva una disminución de las hormonas femeninas, lo que ocasiona falta de ovulación pudiendo llegar a una ausencia completa de la menstruación (amenorrea). Se suele presentar en atletas con deficiencia energética o en competiciones de deportes estéticos como el culturismo. También es una consecuencia muy típica de personas que sufren algún trastrorno de la conducta alimentaria como la anorexia o bulimia. Se debe recalcar que una instauración de una ingesta energética adecuada y un progresivo aumento de los niveles de grasa revierten la infertilidad.
¿Y en el caso del hombre?
- Al igual que ocurre en la mujer, el sobrepeso u obesidad en los hombres provoca un aumento en los niveles de leptina e insulina, que conlleva en una reducción de la producción de testosterona (hormona andrógena predominantemente masculina) afectando a la producción de esperma. Por otro lado, la obesidad abdominal (acumulación de grasa en el abdomen) se ha relacionado con un aumento de la aromatasa. Esta enzima fabrica estrógenos (hormonas predominantemente femeninas) a partir de hormonas masculinas, dando lugar de nuevo a una reducción de la testosterona y un aumento de los estrógenos en los hombres.
- El mecanismo por el cual un porcentaje de grasa extremadamente bajo afecta a la fertilidad masculina aún se encuentra en estudio, pero se conoce que afecta a la cantidad y actividad del esperma.
Conclusiones
Como vemos, la grasa corporal juega un gran papel en la regulación hormonal. Prepararse para tener un nuevo miembro de la familia debe involucrar a ambos progenitores y la alimentación es un pilar básico, tanto para favorecer la concepción como para evitar posibles complicaciones durante el embarazo.