El tendón de Aquiles es considerado la inserción de los músculos sóleo y gemelos y su principal función es la flexión plantar (lleva el pie hacia abajo).
Las lesiones tendinosas, principalmente, se producen por fuerzas de compresión, fricción, tracción o diferentes estímulos de leve intensidad aplicados de forma repetitiva. Es necesario conocer cuáles son las que pueden provocar una patología en el tendón de Aquiles para poder actuar sobre ellas y así prevenir su aparición.
Hace años se atribuía un único factor a las patologías en el tendón de Aquiles. Pero en la actualidad, los estudios demuestran que es un problema multifactorial donde deberemos estudiar todos los factores que influyen en él. Para poder prevenir y tratar correctamente una patología deberemos conocer cuáles son las causas que pueden provocarla.
Edad
La incidencia de patologías de Aquiles aumenta de forma directamente proporcional con la edad. A mayor edad, mayor riesgo. ¿Por qué? Porque el tendón sufre un proceso de envejecimiento en el que disminuye su cantidad de colágeno tipo I y es sustituido por otro de menor calidad. Como consecuencia la elasticidad y flexibilidad del tendón se ve disminuida.
Enfermedades sistémicas
Enfermedades que alteren la bioquímica de los humano pueden predisponer a sufrir patologías en el tendón. Por ejemplo puede pasar con la gota o la artritis reumatoide.
Errores dietéticos
La carencia de vitamina C podría tener un papel importante en la degradación del tendón. Por otro lado la obesidad o cualquier exceso en el peso corporal también marcarán una sobrecarga, sobre todo en articulaciones y tendones de las extremidades inferiores. Además, se produce un aumento de los depósitos de lípidos y cristales de colesterol en el tendón. También será necesario un adecuado aporte de proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales para la correcta producción de colágeno tipo I. Dado que el 60-80% del tendón es agua, será necesario mantener un correcto aporte hídrico.
Biomecánica / mal alineamiento de los miembros inferiores
Un mal alineamiento puede someter al tendón de Aquiles a un movimiento exagerado que provoque lesiones por sobreuso. También son importantes el genu varo, pie cavo y deformidades en tobillo y antepié. Éstas hacen que el pie contacto con el suelo con una posición inadecuada. Como consecuencia se producirán compensaciones que obliguen a un movimiento anormal de rotación al tendón. El reparto de fuerzas entonces no será uniforme concentrándose más en determinados puntos favoreciendo su rotura.
Dismetrías
Cuando una pierna es más larga que la otra, ésta estará sometiendo al tendón de Aquiles a mayor carga y generalmente el pie sufrirá una serie de compensaciones que puedan afectar al tendón.
Debilidad muscular
La función principal del tendón de Aquiles es absorber las fuerzas reactivas del suelo. Por eso el músculo debe poseer una gran fuerza y flexibilidad muscular para ser capaz de absorber el impacto. Si el músculo se encuentra debilitado, la carga recae sobre el tendón.
Calzado
El calzado debe cumplir con una serie de características: que no sea rígida, que tenga contrafuerte y elementos de amortiguación. No es adecuado la utilización de calzado de tacón alto ya que pone en una posición tensa al tendón de Aquiles y esto incrementa el riesgo de padecer una lesión.
Actividad deportiva
Hay autores que afirman que entre un 70-80% de las tendinopatías u otras lesiones son por errores en la planificación del entrenamiento. Ya sea por un exceso o por falta de entrenamiento y/o debilidad muscular. En el entrenamiento se debería de incluir el ejercicio excéntrico y estiramientos así como errores en la técnica que pueden estar influyendo.