La escoliosis es una desviación de la columna vertebral con respecto al eje longitudinal medio del tronco. Para ser considerada una escoliosis, esa desviación tiene que ser de 10º o más.
Se pueden diferenciar dos tipos:
- Escoliosis “verdadera”: Es una deformación tridimensional de la columna con rotación de cuerpos vertebrales, lo que conlleva a una torsión severa de las vértebras y causa una deformidad torácica.
- Actitud escoliótica: más frecuente en niños y jóvenes, es una curva flexible, sin rotación vertebral ni acuñamiento. Se puede corregir voluntariamente mediante la contracción de algunos grupos musculares. Con lo cual, debido a estas características, se le confiere una mayor posibilidad de reeducación y tiene muchas más posibilidades de respuesta a un tratamiento mediante ejercicio en el medio acuático.
Causas de la escolisis
En los niños las causas más frecuentes son:
- Actitudes incorrectas mantenidas durante muchas horas diarias
- Dismetrías en miembros inferiores.
En la edad adulta, entre otras muchas posibilidades, nos podemos encontrar:
- Contracturas
- Falta de tono muscular
- Alteración de los discos intervertebrales
- Laxitud de los ligamentos
Sintomatología
En las personas que padecen escoliosis se pueden observar uno o varios de estos signos:
- Musculatura desigual de un lado de la columna vertebral
- Prominencias en las costillas y escápula
- Asimetrías en caderas o piernas
- Un hombro más alto que el otro
- La cabeza no está centrada
- Ángulo del talle más cerrado de un lado que del otro
- Al agacharse hacia delante, un lado está más alto o abultado que el otro
La escoliosis idiopática adolescente puede progresar durante el crecimiento y causar una deformidad superficial, pero generalmente no es sintomática. Sin embargo, en la edad adulta, si la curvatura sobrepasa un cierto umbral, el riesgo de problemas de salud se incrementa.
Un factor importante a tener en cuenta es la repercusión que tiene sobre la función respiratoria. Las costillas se articulan en la parte posterior con la columna dorsal. Por lo que, debido a la desviación que presentan las vértebras, esto va a influir en la dinámica costal. Como resultado va a dar lugar a un trabajo inadecuado de los músculos respiratorios, rigidez torácica y afectación de la distensibilidad pulmonar. Además, esto se va a dar de forma asimétrica ya que el pulmón del lado convexo recibe un mayor volumen de ventilación alveolar que el del pulmón cóncavo.
También nos podemos encontrar alteraciones en la articulación témporomandibular (ATM) que pueden producir problemas en la oclusión dental, mordida cruzada y limitación de las lateralizaciones.
Tratamiento
En curvas menores de 20º se recomienda ejercicio terapéutico. Entre 20º y 40º se debería de valorar la utilización de órtesis y en mayores de 40º la corrección quirúrgica.
Pero, día de hoy, no hay evidencia que apoye la cirugía, ya que la tasa de complicaciones a largo plazo en personas intervenidas parece superar el 50% de esa población, además de no mejorar los signos y síntomas de la escoliosis e incluso, en algunos casos, no frenar la progresión de la deformidad.
Con respecto a las órtesis, existe evidencia que apoya este tipo de abordajes. Sin embargo, tras el tratamiento con órtesis, se produce un deterioro de la calidad de vida de los pacientes tratados, respecto a la percepción general de la salud, aspectos físicos, emocionales, sociales, dolor, autoestima y estética.
Natación ¿para todo?
Pese a que una de las recomendaciones típicas que se suele hacer es la de practicar natación, hay que tener en cuenta que las posibilidades de corrección de una escoliosis estructurada únicamente mediante ejercicio en el medio acuático son mínimas.
En algunos ejercicios, que requieren fijaciones estables para su localización correcta, se necesita que se realicen fuera de agua para. De esta manera lograremos que sean más eficaces. Sin embargo, otro grupo de ejercicios, tanto analíticos como globales, se benefician de la densidad, la presión y la temperatura del medio acuático. Por lo tanto es necesario tener en cuenta que el ejercicio en medio acuático no cura ni previene la escoliosis por sí solo, aunque sí puede mejorar la calidad de vida de las personas. Y es adecuado que se utilice como complemento junto a la realización de ejercicios específicos.
Para que todo esto se desarrolle de un modo adecuado es necesario individualizar el trabajo en la piscina. Ya que, en función del tipo y características de la desviación será más adecuado realizar unos movimientos u otros, ya que al igual que hay ciertos gestos que podrían mejorarla, hay otros que lo único que podrían hacer es empeorar las condiciones del sujeto. Así pues, la natación será beneficiosa en la medida en que se ajuste a las personas y a sus características posturales.
Fisioterapia en la escoliosis
Dentro del ámbito de la fisioterapia, las técnicas basadas en el ejercicio terapéutico, realizado de la forma adecuada, puede prevenir el empeoramiento de la curva y, a veces, puede evitar el uso de órtesis. Estas técnicas han mostrado ser efectivas en la mejora de la fuerza, la movilidad y el equilibrio. Así mismo, son capaces de mejorar la función respiratoria y el dolor de espalda.
Pero es importante hacer enfatizar que tiene que ser un tratamiento continuado, una rutina. Ya que como todo entrenamiento muscular, si se deja de trabajar se pierde sus efectos en la musculatura. De la misma manera, también necesitamos un tiempo para conseguir distinguir cambios en la postura y en la sintomatología.
Aun así, es importante hacer entender al paciente con escoliosis que no vamos a corregir su escoliosis, sino que con el trabajo de fisioterapia conseguimos controlar su progresión y mejorar su calidad de vida.
Y tu, ¿también padeces escoliosis? Comienza a trabajar para prevenir el avance y mejorar tu calidad de vida! Pregunta en la clínica reactive por nuestro servicio de fisioterapia.
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