La aparición de desgaste o artrosis de columna al realizarnos una radiografía es un hallazgo que a veces asusta. Sin embargo, cuando comprendas qué es, por qué aparece y qué cosas hacer para que no te de mucho la lata, seguramente lo llevarás mucho mejor.
¿Qué es una articulación?
Para comprender bien en qué consiste la artrosis de columna me gustaría explicar primero qué es una articulación.
Una articulación es la unión de dos huesos. Entre esos dos huesos existe lo que conocemos como cartílago articular. El cartílago articular es un tejido que se interpone entre esos dos huesos con el objetivo de permitir el deslizamiento entre sus superficies y amortiguar el impacto.
Artrosis de columna
Cuando el médico te dice que tienes desgaste / artrosis de columna hace referencia a que ese cartílago que recubre las articulaciones entre las vértebras y el hueso que se encuentra justo por debajo de él se han deteriorado.
¿Qué síntomas da la artrosis?
Los síntomas son muy variables dependiendo de la articulación que se vea afectada y del tiempo de evolución que lleve la artrosis y suelen aparecer alrededor de los 40 años de manera lenta y gradual:
– Dolor durante la actividad que cede con el reposo. Sobre todo dolor al iniciar los movimientos que después mejora aunque puede volver a reaparecer con el ejercicio intenso.
El cartílago articular carece de nervios (cables que envían la información dolorosa a nuestro cerebro). Por lo que la causa del dolor derivado de artrosis tiene otras causas: daño en el hueso, inflamación de la bolsa que cubre la articulación, distensión de la cápsula y de los ligamentos, aumento de la presión…
– Rigidez articular y limitación de la movilidad que generalmente es de corta duración. La rigidez aparece tras la inactividad prolongada como por ejemplo cuando los levantamos a primera hora de la mañana o tras pasar mucho rato sentado (trabajando o en el coche) y nos levantamos. Esta rigidez no suele durar más de media hora.
– Crujidos: notar como si tuviésemos “arenilla” o crujidos dentro de la articulación (aunque notar crujidos no tiene por qué significar necesariamente la existencia de artrosis), muy típico en la artrosis cervical.
– Osteofitos (crecimientos óseos) puede hacer que éstos compriman los nervios y ocasionen dolor, pérdida de fuerza y entumecimiento. Es típico en los casos de artrosis de columna cervical en los que la proliferación de osteofitos puede ocasionar adormecimientos en las manos, sensación de brazos pesados o calambrazos.
Pruebas de imagen
En las radiografías te explicarán que el espacio entre las vértebras está disminuido. También es característica la aparición de osteofitos.
Sin embargo es importante entender que los signos radiológicos no se correlacionan bien los síntomas. Es decir,
Que aparezcan signos de artrosis en tu radiografía no te asegura que esa sea la causa de tu dolor.
Por eso cuando un paciente acude a consulta lo primero que hacemos es preguntar, preguntar y preguntar. En función de cómo sea tu dolor, cuándo aparece, cuándo alivia, cómo apareció, etc y junto a una exploración física podremos llegar a establecer una conclusión acerca de si tu dolor es por artrosis o por otro motivo.
Factores de riesgo
Diferentes factores pueden favorecer la aparición de artrosis de columna. Algunos de ellos no pueden ser modificados como:
- Edad: es el factor de riesgo más importante. Es poco frecuente en personas de menos de 35 años. Pero al llegar a los 50 años un 70% de las personas la padecen y prácticamente el 100% de las personas de 75 años o más tienen artrosis.
- Sexo: en general es más frecuente la artrosis en mujeres.
- Genética: la herencia en el caso de la artrosis de columna se estima que es de alrededor del 70%.
Sin embargo existen otros factores que favorecen la aparición de artrosis y que si se pueden modificar como:
- Peso corporal: el sobrepeso y la obesidad están claramente relacionados con la aparición de artrosis mientras que la pérdida de peso previene su aparición.
- Factores hormonales: se ha relacionado un nivel bajo de estrógenos con el desarrollo de artrosis, por eso la presencia de artrosis en mujeres postmenopáusicas es muy frecuente.
- Atrofia muscular: la disfunción y la debilidad muscular favorece la aparición de degeneración articular.
- Densidad mineral ósea.
Otros factores que también pueden contribuir a la aparición de artrosis son:
- Anomalías articulares previas: el hecho de haber sufrido un traumatismo (por ejemplo, latigazo cervical, caídas hacia atrás…) puede favorecer la aparición de artrosis.
- Sobrecarga articular (actividad físicas de alta intensidad o actividad laboral intensa): el sobreuso y los traumatismos de repetición sobre la articulación pueden acelerar el desarrollo de artrosis.
Localizaciones más frecuentes
En el caso de la columna las localizaciones más frecuentes de artrosis aparecen en cervicales medias (C5-C6-C7) y lumbares (L4-L5-S1) por ser las vértebras de mayor movilidad.
Tratamiento de la artrosis de columna
El principal tratamiento debería ser el NO FARMACOLÓGICO:
- Educación sanitaria. Fomentar la adquisición de hábitos que ayuden a ralentizar el progreso de la enfermedad, controlar el dolor y mejorar la calidad de vida.
- Llevar un estilo de vida saludable. La pérdida de peso de manos de un/a nutricionista y realizar ejercicio físico de forma regular ayudarán a mejorar la situación.
- Fisioterapia. Gracias a los tratamientos de fisioterapia podemos lograr mejorar en gran medida la sintomatología de la enfermedad a través de medios físicos como el calor, la terapia manual o el ejercicio terapéutico.
En cuanto al tratamiento farmacológico lo ideal es que tu médico de referencia evalúe la situación para estudiar la necesidad de recurrir a fármacos puntualmente para aliviar tus síntomas.
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