Antes de nada, todo nuestro respeto a aquellos compañeros y compañeras que han decidido trabajar con aseguradoras y que, pese al poco tiempo del que disponen, intentan ofrecer una asistencia de calidad.
En fisioterapia es fácil caer. Cuando estás emprendiendo y los pacientes precisamente no hacen cola a tu puerta, es tentador subirte al carro de las aseguradoras. Es verdad que te ofrecen un volumen importante de pacientes. Pero, ¿a cambio de qué?
Las tarifas
Esta es la condición por la que tienes que pasar. Cantidades ridículas por paciente tratado. Y es que estamos hablando de que una aseguradora nos paga entre 4 y 5 euros por cada sesión, independientemente de su duración e independientemente de la patología que presente el paciente.
¿Cómo influye en la sesión de fisioterapia?
Para que esta forma de trabajo sea mínimamente viable, el mismo fisioterapeuta tiene que atener (por lo menos) a 4 ó 5 pacientes en la misma hora.
Esto reduce considerablemente el tiempo del que dispone el fisioterapeuta para estar físicamente con el paciente. Un tiempo que se queda escaso para poder conocer qué es lo que le ocurre al paciente, cuál está siendo su evolución y realizar un tratamiento manual específico a los datos que hemos recabado.
Cómo me gusta trabajar a mí
Al final, no deja de ser una opción. O la aceptas, o no. Esto no implica que los pacientes que acuden a tratarse a las clínicas concertadas por su seguro no vayan a mejorar, simplemente lo hará de una forma diferente. Se trata de escoger cómo te gusta trabajar y cómo te gusta atender a tus pacientes.
A mí, personalmente me gusta trabajar de otra forma. Y he decidido apostar por ella, aun a riesgo de que la cartera de pacientes crezca de una forma más lenta por no tener el mismo alcance que el que te da una aseguradora.
¿Qué diferencias existen?
Tiempo de sesión
El tiempo medio de mis sesiones es de 45 minutos. Y digo medio, porque dependerá del paciente. Si es la primera vez que viene, la sintomatología que presente o, por ejemplo, las técnicas que tenga que utilizar con él.
Exploración y reevaluación continua
Si es la primera vez que viene, la entrevista inicial puede suponer ya los 15-20 minutos iniciales.
Y es que, para mí, la comunicación es fundamental. Si no sé cuál es el origen del problema, difícilmente podré atajarlo. Sería como matar moscas a cañonazos. Pero, aun no siendo la primera vez que acude, necesitamos dedicar un momento cada vez que viene para valorar su evolución.
Un ejemplo muy general podría ser el de un paciente que viene por dolor en el cuello. Si yo no tengo tiempo para averiguar que esa paciente es bruxista y solo me dedico a tratarle el cuello. El tratamiento se está quedando a medias, porque la mandíbula, que podría ser el origen de este problema, no se está abordando.
Técnicas empleadas
Aunque generalmente esto suele ser más complicado y en la causa del problema suele haber diferentes factores que han propiciado que esto sucediese.
Por eso, además de necesitar tiempo para diagnosticar, también lo necesitamos para poder abarcar todas estas estructuras mediante diferentes técnicas.
En las clínicas que tienen concierto se utiliza mucha aparotología (corrientes, calor, etc). Esto les permite poder estar aplicando un agente físico al paciente sin la necesidad de que el fisioterapeuta esté físcamente.
En mi caso no utilizo ningún aparato. Aplico técnicas manuales que me permiten estar en contacto en todo momento con el paciente y poder valorar cómo modifican su sintomatología. Además de su especificidad al centrarnos en una estructura en concreto.
Además, de esta manera, también dispongo de tiempo para realizar con el paciente ejercicio terapéutico de manera supervisada así como explicarle recomendaciones para casa. De esta manera, dispondrá de herramientas para poder continuar y complementar el tratamiento fuera de la consulta.
Número de sesiones
Trabajando de esta forma es probable que el paciente precise un menor número de sesiones, ya que en una sola se pueden trabajar diferentes aspectos a la vez. Evitando además que el paciente tenga que desplazarse diariamente o con bastante frecuencia al centro para realizar su tratamiento.
Reflexión final
Para ofrecer un tratamiento más completo, los fisioterapeutas deberíamos replantearnos hacer frente a las aseguradoras reclamando unas tarifas dignas. Así como informar a los pacientes con seguro privado de las diferentes opciones que existen:
– Reembolso.
Modalidad de póliza que te permite acudir al centro médico que desees (esté o no dentro del cuadro médico de la aseguradora). Pagarás de tu bolsillo los costes para que posteriormente la compañía te devuelva parcial o totalmente el gasto.
– Copago
Modalidad de póliza en la que pagas una pequeña cantidad de dinero cada vez que se utiliza un servicio privado. Su prima es más reducida. Además, el precio por sesión es más barato que si se acudiese de forma exclusivamente privada.
– En caso de accidente de tráfico:
“Tu compañía de seguros cuenta con Centros Sanitarios concertados para atenderte. Pero recuerda, ellos trabajan para la compañía de seguros. Sin embargo, también tienes la opción de acudir a tu médico o fisioterapeuta de confianza para recibir un tratamiento más personalizado. Si eliges esta opción, el seguro te deberá reembolsar el coste del tratamiento presentando la factura y el informe de tu médico.”
Las compañías deberían ser más claras con los pacientes e informarles de los servicios que ofrecen y lo que va incluido en las cuotas que pagan. Pero suponemos que eso, tampoco interesa demasiado.
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