La enfermedad cerebrovascular representa la tercera causa de muerte en los países desarrollados y la primera causa de discapacidad en la población adulta, según la OMS. Pero en nuestro país representa la primera causa de mortalidad en mujeres y la segunda en hombres.
Cada 6 minutos se produce un nuevo caso de ictus en España.
En nuestro blog os hemos hablado en otras ocasiones sobre los mitos acerca de los ictus.
¿Qué es un ictus?
El Ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta los vasos sanguíneos del sistema nervioso central.
La afectación se produce por la aparición de una hemorragia o un cierre de las arterias cerebrales de aparición brusca. Esto provoca una disminución en la vascularización cerebral y puede acarrear muerte celular si no se restablece rápidamente la presión de perfusión y el oxígeno en este área infartada.
Tipos de ictus
Existen dos tipos de ictus:
- Hemorrágico. La hemorragia se produce por rotura de un vaso sanguíneo cerebral. Esta rotura puede venir dada por hipertensión arterial, malformaciones congénitas, vasculitis, anticoagulantes o trombolíticos.
- Isquémico. El más frecuente. Puede deberse a embolismos cardíacos, microateromatosis o lipohialinosis y aterosclerosis.
Factores de riesgo
Algunos factores que pueden influir en la aparición de un ictus no se pueden modificar:
- Edad: la edad avanzada es el más importante. El riesgo de sufrir un ictus se triplica cada década a partir de los 50 años.
- Sexo: es más frecuente en hombres que en mujeres.
- Raza
- Antecedentes familiares
- Haber sufrido otro ictus
Sin embargo sobre otros factores sí podemos actuar:
- Hipertensión arterial (es el factor más frecuente)
- Diabetes
- Colesterol malo alto
- Tabaquismo
- Sedentarismo
- Obesidad
- Contraceptivos hormonales
- Tratamientos hormonales sustitutivos
- Cardiopatías
- Fibrilación auricular
Cómo prevenir un ictus
Como comentábamos, hay factores que no son modificables, por tanto no podemos actuar sobre ellos. Sin embargo si sobre el resto.
Educación nutricional
Una de las cosas que podemos hacer para intentar evitar un ictus es llevar una alimentación adecuada. Esto implica aprender qué cantidades de cada alimento debo ingerir para cubrir mis necesidades energéticas. Sabiendo escoger qué alimentos son los más saludables y cuáles debería evitar.
Para ello resulta indispensable el asesoramiento nutricional por parte de un profesional de la nutrición. Ya que pese a que solemos pensar que en líneas generales sabemos lo que hay que hacer para alimentarse bien, solemos caer en muchos mitos alimenticios.
Revisiones médicas
Si tienes sospecha de sufrir cualquier patología cardíaca o tienes antecedentes familiares consulta siempre con tu médico. Él determinará la necesidad o no de realizar más pruebas o controles con cierta periodicidad.
Lo mismo ocurre con el nivel de colesterol malo en sangre y la posibilidad o no de necesitar medicación para controlarla. En este punto es necesario señalar que en algunas ocasiones modificando el estilo de vida a hábitos más saludables se suprime la necesidad de tomar medicación. Pero todo ello debe ir supervisado por tu médico.
Ejercicio físico
Sin duda practicar ejercicio físico de forma regular va a ser un factor muy importante a la hora de prevenir un ictus. Hablando en términos de prevención, realizar una actividad física moderada con cierta frecuencia (4-5 días a la semana) puede ser suficiente. Actividades como caminar, ir a natación, practicar pilates, ir a baile… son actividades que pueden resultarnos además atractivas para mantener a largo plazo y así ayudar en la prevención de sufrir un ictus.
Dejar el tabaco y el alcohol
Aunque resulte complicado eliminar estos hábitos, son dos factores de riesgo importantes a la hora de sufrir un ictus. Por tanto, si no eres capaz de conseguirlo, no dudes en buscar ayuda profesional que pueda darte herramientas para conseguir dejar de fumar y/o beber alcohol.
Control del estrés
Mantener una buena salud mental también es importante a la hora de prevenir un ictus. Puede haber también muchas herramientas que nos ayuden a liberar el estrés del día a día. Pero también hay situaciones en las que por nosotros mismos no somos capaces de controlarlo todo. Cuando eso nos supone una carga emocional importante, que además afecta a nuestro día a día y a nuestra salud (nos volemos más sedentarios porque no tenemos tiempo a nada más, estamos más nerviosos, aumenta nuestra tensión arterial, nos alimentamos peor, recurrimos al tabaco y/o al alcohol….), es necesario acudir a un psicólogo.
Esto son son solo algunos de los factores sobre los que podemos influir a la hora de intentar prevenir un ictus. En reactive podemos ayudarte a llevar una vida más saludable, activa y feliz. Si necesitas asesoramiento con alguno de nuestros servicios no dudes en contactarnos, estaremos encantados de poder ayudarte.